martes, 17 de enero de 2012

Diecisiete días por las calles de enero

Cuatro en el chifa desconocido


previos antes sobre el destino del jirón Virgen de Fátima 115


va a ser lo que ellos decidan, la vida ya dobla la esquina


embalar restos de los años en Barrios Altos, en el Centro, en Santa Beatriz


conversa familiar, noticia en bienes raíces, historia en mediano plazo


el trabajo en compás de espera (esta o la otra) para sanar las horas perdidas


reunión en La Almudena -ya me contarán, mañana lo sabré-


vagancia virtual, feed back in red, posteos y muros son parte de la tregua obligada


intenciones en saco roto, aclaración para apagar ansiedades no correspondidas


sin alerta tendré que insistir por la señal de ella y su verano en Punta Hermosa


no lagrimees más delgado gusano que la suerte se convertirá en esfuerzo obtenido


cuéntame de tus mañanas estresantes, de tus atardeceres presurosos, de tus noches


perfumadas de olvido, sazonadas de llamadas que te abrazan en el paradero


inconquistable, debes creer, defender a la hermandad porque no cuenta ya más


la voz que un día fue nuestra, la que se cambió de hábito por otra carga insensata


dice que pondrá las cosas en su sitio -buen intento salvo que careces de olfato-


se va el diecisiete para serenatear al ilustre dieciocho fundador


virreinal y jaranero (criollos en su decadencia florida a la sazón de un viejo vals)


sin bombardas ni cuetes que aniquilen el silencio de todos nuestros suplicios


la semana será larga y mis bolsillos se esconden de vergüenza al borde del no poder


mejorarás dentro de tres días y yo cumpliré como sea mi compromiso por tu vida


sin sarzuelas ni tunas patéticas mejor me acuesto antes del blues del levante...

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