lunes, 30 de enero de 2012

monse monday

Los ojos arden de no poder diferenciar el día de la noche, de creer que sí tal vez pero este duerme en un rincón olvidado

que no es fácil desentrañar, así llegamos a la muerte del primer mes, a caminar en círculos, al deporte del webing

evasión es lo que deseamos en un país tan grande como sus contradicciones; veintitantos espectros que murieron varias veces

la canción de los Soda vigente otra vez en esta tierra tembloriosa desde el sur (ahora terruño de condenados)

se avecina la crónica de un terremoto anunciado que nos sume entre el margen de la gran duda y del pánico agazapado

la informalidad es lo que manda en esta tierra premiada y olvidada por Dios, lunes para qué te quiero

visité la mañana cubierta de espejismos asesinos, así llegué a las colas estresantes para la sentencia a medias

un toque nomás que la figura grotesca está por salir desde la oscuridad, no quiero ser cómplice de sus fechorías una vez más

paso al otro día entre la voluntad de no ser o la moneda al reverso se guardará por donde vino

compartí y sentí, ellas son el aliento que me falta, también la angustia de la ausencia dura y puntual

chau que no es cuento chino...

domingo, 29 de enero de 2012

solo es lo que parece ser

La estación no es lo que parece, hace cuatro que está mutando

la noche se llevó la sordidez del silencio cómplice

los juegos prohibidos son parte del fuego adictivo

la mañana estirada

por recuperar el aspecto de Dorian Gray

dos en uno en el modesto restaurante de doña Paquita -un clásico de los fines de semana solitarios-

trayecto de a china infructuoso

el lunes a boca de jarro por el pago con las justicias

trámite taquicárdico pro inicio de los siguientes cinco años

la etapa secundaria la formará en lo que será, si valdrá o no es tarea para la casa

abrazo su mágica frescura por la tarde con helados y postres para nuestras miradas en technicolor

vegetando frente a la caja audiovisual hasta la despedida a la puerta de su casa

para verla de lejitos, para alejarme entre el pasaje atemporal, para quererla callado y resignado

el temblor de seis segundos inquieta, las profecías son parte de esas películas aún sin estrenar

retiro obligado para encarar lo indeseable, mañana no sé si será...

sábado, 28 de enero de 2012

Sabatrom

Mañana que me recibió como spray limeño, nancy con la llamarada veraniega

trasunto entre la misma película cotidiana, tropiezo con basura linceña y las lágrimas de santitos de estampitas

me auno al paisaje barrial, soy parte de él y camino hacia mi guarida chamnberil

macerada tusan pa las órdenes por entregar, a las tres y a las cinco -puntualidad del clan-

encender el fuego ancestral con nuestra sangre, voy un toque para alimentar al león mañanero

mediodía a la jama, previos a la salida del campín para arribar al distrito pituco

-in to the return- llegó la pequeña maravilla para copilotear al avispón verde

en cuarenta y cinco la hacemos, ya estamos, pichanga playera, muchachos dispersos, antros sureños

la segunda encomienda para el bajadón de arena con mar en Caballeros

la paga, el imán, las sonrisas con sabor a satisfacción

metidos en la caravana trafical, pedal a fondo, jalada hasta la avenida de todos mis días

cambiazo de antihéroe culinario al ropaje casual matrix

ya fue la guarida de los sueños por venir, a la jato para la echada espectral

la visita de mi mayor ilusión con clarooscuros que no queremos, que tanto odiamos

mañana ya te veré mi pequeño gusano, en mi corazón agitado que te quiere de color poema...

jueves, 26 de enero de 2012

Trafical Misery Tour

Neutro, de primera a cuarta, ya estamos con más de treinta años encima de esta batahola ciudad que fue jardín

cómo llegamos a esto, aquellos inmensos omnibuses grises que se fumaban los pulmones limeños son un lejano recuerdo

la tragedia que infesta las pistas de ciudad gótica han sido tomadas por asalto en una urbe malcrecida que resulta una pesadilla abominable

nadie puede, nadie quiere, huele a carroña fresca (recién atropellada), alcaldes nefastos pasearon sus nombres solo para rankear o bolsiquearse el botín de la comuna (se necesita al caballero de la noche)

taxis incontables vagabundean en modelos cachina con licencia por la supervivencia, la pus emana por gases mafiosos de gobiernos maldecidos

asiáticos en cuatro ruedas, listos para la chatarra, basura occidental de contrabando es el parque autopeor

antes éramos sardinas con colas que sobresalían por las puertas y ventanas de cafeteras setenteras rodantes

hoy zombies pululan en paraderos infestados de melancolía y conformismo

combis, custers -quién más asesina que el otro-; locas carreras por la muerte súbita, servicio indeseable

todo puede suceder por estos malditos caminos del asfalto entre tombos fetiches estirando la mano

pellizando para las tres comidas al día, sube y baja, pisa fuerte, ta planchao

pita -por las huevas- los marcadores son arlequines que recogen monedas sin vergüenza ni lamentos

las hordas pirañeras, los choros encubiertos se pasean por las putas calles ciudad ganan una luz roja

para arranchar los miedos y la plusvalía de la gente/ganado, carrera feroz hasta aquel callejón que no deseas entrar

yo espero como todos mis días al gran dragón naranja antes de caer en ese periplo angustiante, de esos perros oxidados

igual amanecerá como siempre, día tras día para dar la largada en el paradero sin boleto de vida en el rally por la sipervivencia...

miércoles, 25 de enero de 2012

pasajero del miércoles inventado

La mirada buscada camina de espaldas por aquel callejón sin nombre ni señal parecida a la que quiero encontrar

ya va la noche anunciando que los ojos quieren dejar caer el telón, que ellas ya deben retirarse a sus aposentos holográmicos

qué bien, qué mal -afirma la dama de la luz en cuestiones almísticas-; no me importa inventar lo que no existe

hacer el inventario de las cosas por hacer, el conteo de lo que no quiero saber, evaluar mis años regados por la apatía

es una joda cotidiana, las horas me aburren, ellas no, ratón, cuy; no más, solo un poco más para llegar al paradero final

no es mi tiempo aún, cuando lo sea me frotaré los ojos y me pellizcarás para saber donde agarrarme

se fue, no logré despedirme, como por encanto de magia ya estamos en otro canal

chiquita ha de ser y en el proceso termino alargándola como aquella promesa que nunca cumplí

pequeñas cucarachas toman cualquier noche por asalto y me guiñan sus diminutos ojos con un tal vez te extrañe

no rebuscaré, no indagaré, simplemente me dejaré como lo hecho no está, duermen tranquilos, zombeo en boleteo

la última pose, el último pensamiento, la última descarga infiel no tendrá su recompensa de vida, ya la atraparé

sigue circuleando hasta que la muerte le aseste el beso oscuro, perverso, sin escapatoria alguna se ha de revolver

bandera arriba, última vuelta, a por el último caldo de esta noche en muere porque ya viene la solitaria madrugada...

martes, 24 de enero de 2012

la veinticuatroava puerta

Extraño es el pasadizo que hoy trasunto, gris, oscuro, se vuelve contra mí, los fantasmas del pasado se parecen a una película de Alfred Hitchcoock que ahora golpea mi alma y mi corazón sin la mayor piedad.

Del blanco al oscurantismo más tenebre, yo creía, solo creía, no puedo cambiarlo todo aún.

Regresiones, abrazo con mi niiña mutante, mi anhelo cotidiano es procurar que no esté triste, que la vida es muy bella para que sus cortos años no jueguen a lamentos convivenciales, que el destino está por tocar nuestra puerta.

Nadie merece un purgatorio anticipado, menos visitar los círculos infernales que el alucinante Dante creó en su ingeniosa imaginación para nosotros, los creyentes -practicantes o no- condenados por nuestras propias aberraciones y miedos enquistados por nuestra mucha o poca fe, por nuestra locura ciega; los agnósticos tienen sus propios laberintos existenciales (yo también).

Creer que todo pasará, redimirme de mí mismo, darle vuelta al maldito carrusel, dormir sin meas culpas, abrazar la mañana siguiente, borrar la antigua cuenta.

Así viajaré hacia mi misteriosa misión, sin un sol en el bolsillo escaparé de cuanta profecía anunciada por aniquilar todo proyecto que me estremezca de un tirón.

Apagaré toda señal de transimisión para empezar otra vez desde cero, jugar sin concesiones triunfalistas en mi ludo mediático, se acaba el mes, te espero sentado en la misma banca de siempre, aunque llegues tarde te recibiré con mi mejor sonrisa, con el corazón entregado, con la respuesta que extermine todo atisbo de insanía, estréchame tu mano para indagar cómo acaba esta historia, ojalá lo supiera...

domingo, 22 de enero de 2012

Al calor de los sabores limeños abrazando la campiña francesa

En vísperas de la muerte del primer mes, me enfrento a los deberes infaustos, a las cuentas del alma que golpean mis años, el sol es más que un brillo tibio de luz, ahora amanece con los primeros trinos de los pájaros del parque de al frente de la casa de tejas; en cierta forma no es solo la alegría que alumbra la ciudad, que alegra nuestros días, que enaltece nuestros corazones; abrasa demasiado, es la grasa y el sudor que eliminamos de nuestras culpas propias y ajenas, el calentador del preludio a lo que significará más adelante el peligro de la vida, la introducción al averno.

Tenía la cita con mis chicas umbilicales y la muñeca francesa que se siente más peruana que el apátrida relator, a las once con la onda calórica encima tras el baño obligado para aplacar la ira del portentoso astro, 'emperimpollado' (calificativo gracioso de la antiguedad femenina) para verme bien, para oler rico, así me la creo y salgo perfumado de domingo a la búsqueda de las amazonas villajardinianas.

A punto de tocar la puerta de la casa de su madre siento esa voz familiar que conocí años atrás por mi entonces cuñada de los años blanquinegros; está adentro, ya llegó, me ganó; -open the door canta Paul-, abrazo con la belleza del primer mundo tras dos años de su última visita, guapa en su totalidad, etiqueta una sonrisa de ensueño con esos ojos 'too much heaven ' que invitan a vestirse de alegría y ánimos inconquistables, abrazo siguiente con mi tierno gusano de seda, a esperar que baje la reina de la puntualidad, la mayor de mis producciones, -beso-, ya estamos listos.

La banda de los cuatro rumbo a los alrededores del mercado salamanquino para dar inicio a la pequeña incursión culinaria prometida, en el sencillo y acogedor establecimiento de doña Elmira: - Déme dos chainfanitas (de las mejores que hay en Lima), dos yuquitas con jamón y queso, y cuatro chichas moradas heladitas-.

No llegué a decirle en realidad de qué está hecho ese jugoso platillo limeño de orígenes provincianos (para no desalentar sus expectativas), pero lo disfrutó más allá de lo que su paladar europeo le permitió.

Engullidos todos los pedidos de cada uno en su almacén digestivo partimos hacia la cebichería que prepara las leches de tigre que tanto adora Camile; así dimos curso a dos leches de tigre simples y dos leches de tigre dobles con sus inca kolas más.

No podía irse a la madre patria -donde radica desde hace un tiempo como una española más- sin haber probado esa invención que antaño era parte del cebiche tradicional y que desde hace algunos años se vende por separado y se ha hecho popular como aperitivo marino previo a los platos de fondo.

Antes de regresar a la casa nos tomamos unas cremoladas de fresa, maracuyá y lúcuma para aplacar la sed y el pequeño caldero producto de la mezcla salina/picante y del agobiante calor veraniego.

Una pequeña siestecita mientras digerimos lo saboreado, mis hijas viendo TV y bajando las fotos de las reuniones familiares que nuestra blanquiñosa amiga ha de llevar grabadas en el USB para su hogar barcelonés.

La tarde avanza y dieron las cinco; entre la película de balazos, sangre y rock n' roll de Tarantino llegó Alfi -el latin lover de mi hija-, el calor aún hacía su trabajo deshidratador, la situación ameritaba unas espumantes heladitas, así que dos para amenizar el día, de allí decidimos culminar la última incursión con una pizza y unos pancitos al ajo.

Al cierre, la última parada en el parque Quiñones, donde las caseritas de los postres limeños ofrecen mazamorra morada, comnbinados y picarones para endulzar el espíritu y alegrar la visita de nuestra barbie francesa.

Caminata final hacia la avenida de todos mis días, es la despedida -sabemos que no la veremos más hasta dentro de dos años más, será para el mundial en Brasil, supongo-, abrazo como partida hacia la guerra, el adiós de película con sabor a nostalgia, chau en su taxi hacia el malecón miraflorino, " No je ne regrette rien"...

martes, 17 de enero de 2012

Diecisiete días por las calles de enero

Cuatro en el chifa desconocido


previos antes sobre el destino del jirón Virgen de Fátima 115


va a ser lo que ellos decidan, la vida ya dobla la esquina


embalar restos de los años en Barrios Altos, en el Centro, en Santa Beatriz


conversa familiar, noticia en bienes raíces, historia en mediano plazo


el trabajo en compás de espera (esta o la otra) para sanar las horas perdidas


reunión en La Almudena -ya me contarán, mañana lo sabré-


vagancia virtual, feed back in red, posteos y muros son parte de la tregua obligada


intenciones en saco roto, aclaración para apagar ansiedades no correspondidas


sin alerta tendré que insistir por la señal de ella y su verano en Punta Hermosa


no lagrimees más delgado gusano que la suerte se convertirá en esfuerzo obtenido


cuéntame de tus mañanas estresantes, de tus atardeceres presurosos, de tus noches


perfumadas de olvido, sazonadas de llamadas que te abrazan en el paradero


inconquistable, debes creer, defender a la hermandad porque no cuenta ya más


la voz que un día fue nuestra, la que se cambió de hábito por otra carga insensata


dice que pondrá las cosas en su sitio -buen intento salvo que careces de olfato-


se va el diecisiete para serenatear al ilustre dieciocho fundador


virreinal y jaranero (criollos en su decadencia florida a la sazón de un viejo vals)


sin bombardas ni cuetes que aniquilen el silencio de todos nuestros suplicios


la semana será larga y mis bolsillos se esconden de vergüenza al borde del no poder


mejorarás dentro de tres días y yo cumpliré como sea mi compromiso por tu vida


sin sarzuelas ni tunas patéticas mejor me acuesto antes del blues del levante...

Veinte minutos hasta las doce

Es lo que me resta en una loca carrera contra el tiempo

absorto de nada y ansioso por la llegada de lo imaginario

quizás en plan dadaísta por la causa de una voz que no me complace

toco lo inexistente y vuelvo a retroceder -over and over again-

la cursiva no funciona como el gobierno que se encuentra en manos de su propio destino inconsecuente

las provincias se levantan y no es más que una voz de alerta a la nación

de que Lima no es el Perú, la espera no va más pues las necesidades demandan vidas anheladas

por la injusticia de la causa que Dios no defiende (¿y el cardenal abominable?)

el sol aparece como el hit aquel que sonaba en las calles de los zurcos de la rockola de todos tus sueños anhelados

diez más para la cuenta

ya casi concluyo solo para que veas que eres mi cómplice perfecto

la semana acecha, me amenaza que tengo que hacer más de la cuenta

no estaré en el sabathrom espectacular, yo y ella (con familia incompleta)

necesito, no me abastezco en singulares jornadas que acaecida la lista no puedo manejar

cumplo conmigo mismo y bueno...con quién diablos sabe quién...

Jueves es, juergues no es

te dedico una noche más en el cimiento de mis palabras inconclusas

con la inquieta pasividad de mis metas malconstruídas te dedico esta canción urbana

venida de la avenida de los corazones solitarios, de mis adentros incomprensibles,

de la verdad mentida; ya se acerca el día, de mañana (porque los lechuceros pululan

por estas veredas holográmicas)

solea desde el balcón de mis sueños pospuestos, una tarde cualquiera, tempranito tal vez, la noche enfría y mis lazos umbilicales se acurrucan por la magia de tenernos cada día en el orden predilecto

quisiera publicarlo pero aún no es el tiempo otra vez, dejemos algo preparado para la próxima temporada

tal vez haya algo antes del cierre anual, que sea el que viene un remolino de pasiones desatadas

hora de volver a lo nuestro, el proyecto sin pies ni cabeza, imploro un hueco en la agenda pendiente

ya me voy, me gustaría que me llamases sin que yo te lo sugiera pero no, mejor así, así debe ser

así debe continuar, viernes al acecho de mi corazón insensato de súplicas inconexas

es solo un ejercicio más en la larga lista de mis actos improlijos, adiós con el negro manto sobre mis hombros...

lunes, 16 de enero de 2012

Regalo de una noche de verano

El sábado se vistió de emociones aceleradas, muy tempranito para encender la llama de todo el sueño por venir, la tarde trajo taquicardias incontrolables que se desvanecieron con la buena nueva -al fin-; sin embargo aún no es tiempo de sonreír por completo, procesiones limeñas recorren mis años transcurridos; vagaré una y otra vez por la refaccionada avenida en busca del gran dragón naranja que se trague cuanta combi maldita que nos enerva cada tiempo de sol, cada noche insoslayable, cada pisada en el asfalto en nombre de todos tus sudores rotulados uno encima de otro.

Dos horas para cambiar de traje, para tratar de verme más allá del espejo cotidiano que me inculca que la noche promete, que aún puedo salvar el día.

A la poética plaza barranquina -que un día fue y otra es-; me ganó y fallé, inconmensurable su imagen sinuosa, sentada en esas bancas barrocas su estela es más que cualquier bella obra de arte, me clava con el regalo prometido, con su cadencioso andar que sabe a canción imposible.

Caminar por sus románticas veredas hacia el punto varias veces visitado es un preludio que siempre deseo repetir, ahí nos espera la mesa y sus dos sillas de madera rústica (taberna o pub, híbrido de nuestros días), la música retro que no atosiga, que resulta apropiada cortina musical para una noche fresca llena de más historias por contar.

Confesiones de verano, -no hay secretos en su mirada limpia y abierta-, recuerdos nuestros, risas y melancolías compartidas, entre vasos de cerveza y algunos cigarrillos que huelen a puntos y comas el tiempo se consume no sin antes llegar a las palabras mágicas, a la esencia que nos une y nos ha colocado en una posición expectante que sella cual pacto de sangre fraterno todo lo vivido y lo que nos compromete todavía más a retar al destino y torcerle el cuello a la historia ingrata por obra y gracia de su presencia venida de un impulso lúdico, casi milagroso.

Nos marchamos cual último blues en el final del zurco del long play de todas las odiosas despedidas, de todos los adioses enojosos y tristes, de todos los hasta luegos o hasta siempre bañados de nostalgia, así nos acordaremos nuevamente que un día cualquiera me tropecé con tus dibujitos de papel y tu sonrisa de niña cándida en aquel salón de mil novecientos setenta y cuatro...

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Después de...

No importa nada cuando el corazón se sostiene entre tantas irrealidades agobiantes, pensé que ya cabalgaba antes de montar, vuelvo la vista atrás y no encuentro más que el sabor del silencio absoluto.

Subo y bajo, corro y me detengo, de izquierda a derecha, de cabeza, de frente, desarmado, tengo ganas de soltar a Demon Nights, aquel vigilante absurdo que me revuelve en frenesí, un justiciero, un vigilante por las huevas.

El mes ya me amenaza, creía estar en el camino correcto, improbable, no te respondo porque no encuentro eco a mi peregrinaje escribano, mejor ya irse para prepararse para el muere de la semana que no avisa, que no cree en milagros inventados.

Anónimo

Otra noche más en el extraño mundo de las palabras clandestinas y los corazones extraviados, van de gira dominical tras una semana removida por viejas pasiones y encuentros novísimos que se adhieren imcomprensibles por la mar nocturna.

Que no me quepan dudas que envueltas en ellas estoy desde que creí en la diferencia de no estar ni permanecer.

Intricados momentos son los que allanan el largometraje aún sin estrenar, aún en salmuera, aún en pañales llenos de moho y olvido.

Imposible dejar de pensar en ello, en la palabra prohibida, flotar en la negación en doce pulgadas versión extensa in the long time.

Ya dormí lo suficiente, ahora y como las lechuzas del parque de al frente vuelo alto y a veces bajito, en círculos, sin bitácora ni algún plan a ni zeta; así siempre es mejor.

El primer día de la semana es el malnacido y repudiado, igual para la masa cualquier día es igual, solo cuentan las puestas de sol y los amaneceres por la supervivencia.

Una chiquita para olvidarte, una para recordarte, otra para despedirme, a la salida del cinema pueblerino donde latearé solo de regreso a casa, en la avenida silenciosa, en la madrugada del verano jadeante por el puro placer de nombrarte bajito...

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Bajada de reyes

A la antigua usanza -para no perder la costumbre-, en acto voluntario sigo y prosigo desde adentro hacia el mundo que creo y no creo conocer.





Capturo la última pianola de aquella película que jamás vi, entre la brisa marina y el pefil de tus sensuales acantilados me refresco, me sumerjo, navego mar adentro y me desoriento a propósito para no volver otra vez al lugar de siempre que inquieta y perturba mis ganas desganadas.





Anduve en una noche animada, con ellos y ellas y con él(cito), personita tierna y libre de todo mal, aún sin descafeinar -sin culpa, sin reproches ni cargo de conciencia alguno por firmar, nada para el archivo del olvido cruel-.





En desigual forma se escurren de mis manos aquello que no volvería a ser ni hacer, duele decirlo, peor admitirlo, tan solo soñarlo.





Quedo entonces -forever and ever- quieto, pausado, congelado de imagen, en el lecho virtual, desnudo a merced de los treinta grados (como en las ricas tierras tumbesinas y piuranas, algún día otra vez), soporífero anuncio veraniego candente e insoportable; como buenos ingratos e inconformes -por siempre, sus luces, sus luces, el sol- añoramos y reclamamos el retorno del señor frío.





Animales malagradecidos viviendo nuestros últimos años en profecías anunciadas para extinguirnos antes que las cucarachas.





La belleza es un mito que solo existe en mi cabeza aunque la realidad diga lo contrario o me contradiga como buen especímen mutante.





Ellas van, yo aquí, fin de semana agitado por las llegadas de viajeros esperados en el relax extremo, los rostros dibujados por sustancias pisodélicas.





Ayer/mañana/ será igual, te veré y solo alucinaré, no se me ocurrirá nada por el solo hecho del placer de verte a los ojos.





Me encaleto en estas palabras inventadas para asolapar mis temores y mis dudas eternas, me contento al contemplarte, salí nervioso e incontrolable, no supe cogerme del estribo, el viejo tren al este me dejó y llegué tarde a tu historia, seconds out.





Pinceladas equívocas de emoción, solo atinan a salvarme de esta noche silenciosa -como infinitas fueron, como incontables serán-, más caliente que el averno -siempre pasé y jamás entré-.





El mes avanza y acosa mis vacaciones imposibles, no hay piedad, no hay tregua, no habrá paz -vocifera Espátula-.





Enero expectante, tal vez se cocinen al fin nuestros anhelos, este ha de ser, vendrán a nuestro reino mediático, para salir del agujero interior.





Mañana te añoro

mañana no existes

mañana te busco

me acobardo en mi cerrojo casi autista

disfuncional seré

lidiar con la normalidad es mi pelea de vida

no propongo, observo, no quiero hacer más nada.





Ayer en el barrio del señor de los vinilos

ayer por la casa de la escritora de Lanús

ayer entre el nuevo paradero del mariachi facerockero y su vecina de mis años colegiales





Hoy mi pelíclula en sepia

sin créditos ni subtítulos

menos efectos especiales

cine mudo

me alejo de la mano de Carlitos al final del horizonte chaclacaíno...



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Operación dragón, los sub50 y los mil y un saludos...

Ayer estaba preocupado, el día llegó, la tarde para ser más precisos; y así enrumbé hacia la clínica para encontrarme con mi hija mayor -3:15 p.m.-, menos mal que queda a unas cuadras de mi chamba; la llamo para que se apure; ya van a ser las tres y treinta, estoy muñequeado por el tiempo, por la operación, por mi hija, por todo, diablos...



-Apúrate por favor que ya es hora y ni apareces.

Dice que ya anda por Guardia Civil, qué tardona, le dije que tome un taxi porque nos han citado a esa hora, estoy que reviento.

Entro, subo al segundo piso (Cirugía/sala de operaciones); bajo, salgo a la calle nuevamente; ya son las tres y cincuenta -me llama, dice que está por Militar-.

-Apúrate que estamos sobre la hora.

La veo venir, estoy asao, le pido la copia del DNI y el comprobante de pago, al segundo piso, raudos; timbre para la salida de la enfermera.

-Ella sola entra, espere hasta que venga el doctor.

Ni me da tiempo para despedirla o desearle suerte, estoy estresado, a esperar afuera de la sala, no hay asientos ni banca alguna pata depositar mis flacas posaderas para apaciguar mi inquietud, mi ansiedad perpetua.



Ensayo varias paradas, ya me cansé, son las cuatro y cuarto, me siento entre las escaleras pese a que interrumpo el tránsito de los usuarios (me arrimo a un costado, a la izquierda, a la derecha), a la mierda, me paro otra vez, camino como ratón de laboratorio, me siento por última vez (a las cuatro dijo mi tío); así llego hasta las cinco y diez -le llamé un toque al celular por seguridad y por preocupación), entre semidormido y aburrido, llegó él, ya está, comienza la cuenta regresiva.

Para esto ya le había alertado a Isaboe a su radio para que esté tranquila, que estoy afuera esperando, que hay que ser pacientes, que todo va a salir bien.

Así transcurrió el tiempo -va a ser como unos cuarenta minutos, me dijo mi tío JA, gineco obstreta, desde hace varios años que lo conozco, incluso cuando aún vivía Wong Pac Pen -mi tata, el patriarca del clan que llegó a vivir casi una centuria, alucinante edad-; solíamos pasear en el auto de mi tío junto a mi entonces tía, en los años de mi adolescencia intrépida e irresponsable, these years...



Ya son las seis y cuarto, ya acabó todo, medio torombolo estoy, me pasa la voz JA, me muestra al organismo invasor; la razón de esta/nuestra penuria de mi hija mayor -es como la fase primigenia de un Allien, antes de abrirse para que salga la lagartija espacial demoníaca esa-, es casi del tamaño de un riñón, de esos que sirven en las parrillas mixtas del Rocky's (no sientan asco que no lo soy, las disculpas a los que van a ir al baño).



Está en un frasquito transparente, listo para ser llevado para la biopsia, alucinante bola de carne rosada, extraño origen, desgradable pasajero.



JA se retira para culminar su exitosa operación, ahí nomás me alcanza una receta para que vaya volando a comprar un calmante para que le inyecten a mi hija y mitigar su dolor.

Se lo alcanzo, minutos después, más recetas para su recuperación en casa, más gastulos para la cuenta.

La despedida con JA (es un personaje increíble que ha sido/es determinante en nuestras vidas) y mi agradecimiento que no pude expresarlo por la maratón del proceso, por mi hija, su inesperada posición y nada deseable trance.

Bajo a caja para pagar el análisis del espécimen, lo dejo en la ventanilla, hasta el catorce, dice la señorita, qué mientras, ya no quiero llevarlo a otro sitio ni esperar.



Algunos minutos más para que Isaboe salga, maltrecha, herida de la herida, llorosa más por el calmante grasoso que le ha adolorido la pierna, -gracias señorita- hasta el ascensor, ida y vuelta por las puras, harta gente, hora punta...



A la calle, para tomar un taxi, tiene que apoyarse en mí, está bajoneada por todo el proceso, le duele.



Se pasan de pendejos, se aprovechan de la urgencia postoperatoria los muy mierdas, no, nicanor, caminaremos un poquito más hacia la avenida, allí habrá más que cobren la tarifa razonable.



-Vamos hijita que podemos, stand by me-, llegamos, un taxista con cara de malandrín, qué churchill, estoy apurao pero en guardia, con la mirada puesta en sus ojos y los del sospechoso en los míos, llegamos a la casa.



La casa de su madre, su pareja nos abre la puerta, adentro Luana y su hermanito, (Liliana) su mamá está sentada esperando otro huevo de pascua, avanzadazo; todo bien, a esperar los resultados de la muestra, tengo que ir a comprar más remedios -le digo-.



Voy con Luana a Salamanca -de paso algo para el lonche-; compro en dos farmacias, consulto con ella para comprar lo genérico, los de marca están por las nubes, ya está, vamos, de vuelta a la casa.



Se lo entrego en manos de su madre con la receta hasta por catorce días; lonche con mis dos hijas y Alfi -su compañero de chilingue- que llegó justo para el compartir.



Terminamos los panes engullidos hacia nuestras ansiosas barrigas; chau Lu, - tranquila Abito, no llores más, aguanta que todo ha salido bien, nos vemos mañana-.



Ha sido una experiencia extraña, inédita pero valiosa para saber que nos queremos, que estamos unidos, que nos tenemos, incluso con su madre, por ellas, suficiente por hoy, ya estuvo bueno...



Hoy, ayer, qué importa, cumplí los que tenía que cumplir, mal que bien, ni mejor ni peor, con muchas cosas dejadas en el camino, pero sobreviviendo más allá de lo impensado, con mis hijas cerca a mí, con un norte por proseguir y alcanzar; trabajando y disfrutando con el personal de trabajo unas ricas hueveras -con su sarsita y arroz más- en el almuerzo preparadas por mi hermano, cómplice de nuestra aventura laboral.



La sorpresa cerró mi día con la avalancha de saludos japiverdeituyú abiertos en esta ventana virtual; la que gracias a mi hija, un día me creó una cuenta para que encuentre gente parecida a mí -o no-, algunos recuperados del túnel del tiempo, otros nuevos en mi azaroza vida pero que resultan como si los hubiera conocido de toda una vida, increíble, aunque yo no lo crea de Triplei...



Ta mañana, ya es hora, ya es hora, sumertime blues...



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Breakfast in Lince (en ayunas)

Madrugando entre ruidos musicales de vecinos mentados en familia; salté a la mañana de dos días antes para que baje el telón de este que ya es historia.

Rápido a montar al gran orange dragon para enrumbar por la avenida de todos mis días, limpia y sin el típico vértigo que el tráfico limeño ahoga aún a los propios habitantes de esta ciudad ambivalente que hace años sigue malcrecida por la culpa de los señalados por la historia no oficial.

Solo un toque será esta vez, pronto seré peón y soldado razo, lanza y escudo para el choque laboral; la danza de los tronquitos naranjas y blancos con el fin de aplacar hambres pudientes en estos días de fiestas para unos y lamentos para la masa.

Ya es hora, ayer de la mano con los peloteros en combate sin tregua, con retorno para la siguiente incursión comberil; hoy la batalla será contra ochenta depredadores armados cerca al Reducto -donde sí corrió la sangre de verdad-.

Veremos cómo se porta el día, solo espero la vuelta para obtener mejores botines que palien -de alguna manera- estas ansias que no saben siempre a dónde ir.

Sale el sol y salgo yo también...

Rezagos navideños

Las calles parecen haber sido desalojadas, es algo temprano, (ni mierda de carros), ya ni cuento los días, la ciudad reventó en fuegos artificiales dejando las huellas de pólvora y suciedad tras los festejos navideños.





Los días han sido intensos y continuará así; la navidad ha dejado de ser lo que era; intentamos pero no chuntamos.





Las películas gringas alusivas a la fecha hasta ahora las veo, me queda esa inocencia pueril aún, el cuento de Papá Noel se acabó cuando descubrimos los regalos -escritos en nuestras cartas- escondidos en el cuarto de la empleada (ahí estaba el juego de química que pedí) en la vieja casona de Chacxlacayo; de eso han pasado cuarenta años por lo menos.





Ayer la cena y los regalos con el clan y sus distintas lecturas, con diferentes versiones acerca de la navidad, extraño pero real.





Hoy regresé para proseguir con los pedidos de la chamba en la que creemos -aunque seamos solos dos los que estemos peleando nuestra propia batalla-; el barrio amaneció con vecinos ebrios y boleteados en una ciudad que se desborda "para matar sus ansias con enojo" -como dijera mi extraviado y controversial amigo Lescano; temores al decubierto cual bolero perdido en la radio de aquella combi asesina.





La llamada prenavideña no llegó como lo esperaba, a veces las ansias resultan imprudentes; atropellan a la razón y a la cordura (ya no quiero hacerlo, es un decir...).





Las ofertas pendientes no se conjugaron en los vasos domingueros (la pantera no pudo y el furtivo no anduvieron).





Regreso sin gloria con menú decena, aviso de la Polastri y la triste partida de Chicle (mañana Alberto, mañana).





Se acabó el 'feriado'; se viene el cierre, después la prueba de Isaboe, chantarse para que Luana pueda seguir, yo y mis cuarenta y nueve bolsillos desgastados; por eso y muchas cosas más, no me jodan en esta navidad...

Òpera prima de mièrcoles

Tan solo el hecho de pensarte una vez más el corazón se atolondra y caigo como el durazno/ciruelo





del huerto-jardín improvisado por las callosas manos del hombre de la cabecita gris





unas veces maduro, otras podrido, picoteado por los pájaros hambrientos





para terminar aplastado en el césped y morir devorado por voraces hormigas barriales





el verano ya está encima, " las cuentas del alma nunca se acaban de pagar " (RB)





la chamba ha subido también con su vértigo envolvente, tempranito hasta entrada la noche





el lunes trajo titulares sombríos, más pruebas para cancelar a costa de su sufrimiento inesperado





tragar saliva para enero -es la consigna- all toguether now si no para qué estamos





por eso es que la navidad siempre llega y aprieta, pese a la nostalgia pretérita, solo ansío un poco de calma





sé que no debo contar los días ni quiero entrar en angustias consumistas





así es la película -primer plano a ojo de chino cantonés- (ay mi tata, todo un personaje)





las mamitas Concho y Rosa, viejas entrañables, matronas de aquellas





vuelvo a contar: cuatro para ser exactos





al borde del medio siglo y nada aún está dicho





" no es lo que seas en tu interior, son tus actos los que te definen " (el caballero de la noche)





ese quiero y no soy; Demon Nights es solo un viejo cóctel que aparece cuando muto de ser a no estar





ella sabe (o al menos cree entenderme), es un oasis perfecto en esta batahola de vida





lástima que no haya llegado a tiempo o que el tiempo me llegara varios paraderos perdidos





imposible conciliar el sueño cuando el ansia toma las riendas para ir hueveando por allí





mientras viejos amigos postean en caminos musicales a los que pronto volveré





por la gracia de la musa de Lanús se apiade de este vagabundo virtual





que no siempre está a la altura de las demandas del corazón y las fibras que no sé leer





a pocas horas de la batalla culinaria, debo ir a mi magro aposento





(el nisei plástico prosigue con sus colgadas audiovisuales)





la del estribo para morir quietecito (una vez más)





será para el primer mes del nuevo año





en el club de la calle donde andaba el buen Edwin Zcuela





ya voy que no estoy...

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CHICLE

Postergado por una fallida intención virtual que como buen apagón miserable terminó por acabar con todas esas palabras que se quedaron al filo del acantilado con la única y sana intención de nombrarte en estas horas aciagas que vienes librando.

Te vi por vez primera aquella noche en el fortín de los Candia; flanqueado por el 'guardián de los vinilos' y Doris Day, perfectos anfitriones para esa reuna de la cofra facebookera; amèn de las musas Curti, Polastri y Fernández por los cumples de las anteriormente mencionadas.

Largo es tu andar y pintoresco, negro como las noches insomnes, como el alma que a veces se tuerce sin remedio para acariciar tu pelambre finísimo como buen amigo del hombre, aterciopelado compañero de la casa musical que guarda prácticamente toda la historia del buen Herp Albert.

Sea cual fuere tu destino ya entraste en la historia de ellos y no puedo más que desearte un buen final; dame tu pata para sentir/te otra vez antes que te nos escurras por aquellos laberintos que nosotros como buenos mortales ignoramos.

Genial el que te puso tu nombre, no te masco porque los pelos me podrían causar cosquillas en las paredes intestinales, no me hagas caso, solo disfruta tu momento, un ¡guau! a tu salud...

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TRAPECIO

Los días pisan las miradas y las cuentas no alcanzan para sumar todos nuestros pesares

el señor gringo parece que ya se instaló para iluminar nuestras mañanas y hacer menos pesada las retrocargas

hace cuatro días que no supe de ti (me animé a fonear;) trajiste noticias inéditas que se fueron para reposar en calma

respiras mejor -no es tiempo aún para el barquero-, asumiendo nuestros roles cotidianos apuramos el paso

para creer que la vida es más que sobrevivencia

ya arrancando la semana se apuntan para la aventura nuestra de conquistar paladares en nombre de nuestra historia

el mes tampoco espera y aprieta los agujeros de mis desgastados bolsillos para asegurarla sin tregua alguna

la navidad me invade de nostalgia, me alienta, me asusta, me retrae, me apena y me revienta también

los reyes vagos los veo todos los días parados en la misma esquina achorada y pendenciera

la ciudad entra en hueveo, ya nadie quiere estudiar ni trabajar, bacán sería vivr para no trabajar

vivir para no pagar, vivir para ser libre, vivir para destruir paradigmas, vivir del aire suena utópicamente rico

los aprontes parecen ser mejores que ayer, a la espera del giro antes del próximo mundial

no, antes del último año -este que acosa sin verlo todavía- antes que nos eliminen pero muriendo en la arena

la noche se empacha de historias tristes; ¿o quizás ya esté harta de ellas?

días sin dedos que contar, mejor iolvidar el viejo calendario

asumo lo indecible, me la creo porque si no sería la canción insípida que no invita siquiera a silbar ni tararear

los últimos pasos por las escaleras silenciosas se pierden con aquel ladrido vagabundeando las calles desiertas

me quito calmo por las palabras dichas en tiempo de blues (tuyas por supuesto)

los dedos anónimos se escurren entre las paredes de la mala memoria

a nueve y paro de contar...

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Inevitable

Seguir andando a través de la noche

en el silencio de tu mirada cómplice me encaleto de una vez por todas

tu paso no es el mío -aunque a veces creo en coincidencias- pese a que voy de retro

así me recojo de incertidumbre teniendo tanto y tan poco/ tampoco que dar

(esta la tomo prestada del cuentista Edián), los días se aceleran

los ritmos internos acoplan su estado inconmesurable

viajar en el bus naranja para recorrer las pistas malgastadas por el tiempo

ahora la avenida de mis días se encuentra enfrascada en versos urbanos inquietos

a veces sol/ a veces lluvia/ humedad al cien por ciento para bucear como mojarrillas asustadas

te encuentro a veces, otras ni recuerdo en qué paradero te extravié

ayer concierto perdido -one more time-; no comeré de esa mermelada perlada (ya fue)

mi gusano de seda -aunque sea una matineé a medias- para mirarla a los ojos

la fotógrfa mayor por unos instantes para dejarla entrar a mi buzón mediático

nada basta y sobra porque migajas son aún el inicio de nuevas historias que comenzamos a escribir

el día fue intenso con la resaca de las palabras pendientes de olvido, de eterna lejanía que no imploro

a veces me pregunto si verdaderamente habré perdido eso que imagino poseer

calentao pa aplacar el hambre atrasada, mi vieja y sus ocupaciones vecinales

divorciada de la modernidad pero fiel a la antigua usanza que mantiene el control matriarcal

doblo a la derecha, a veces a la izquierda, estar en el medio no es una posición para alegrarse sobremanera

me cuadro aquí porque mañana amenaza con sus tareas para parar la olla

inevitable/mente me acuerdo de ti como el último tema de una noche zombie

inevitable evitar lo que resta por hacer, (fuga del chacal)

adiós desde mi adentros hasta la próxima luna inevitable...

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La fábula del hijo pródigo y el mutante

Ayer se fue rapidito y en un dos por tres llegó hoy.

Salió embalado -como es fiel costumbre-, cierra las compuertas de la casa con tejas; su mañana se interrumpe abruptamente por un personaje aparecido del pasado, de historias vecinales, de años duales.

Está transformado, es un guerrero del asfalto, envuelve en un esperado abrazo los años de ambos; mayor y menor, maestro y alumno, mentor y aprendiz, -casi padre, casi un hijo-.

Anda muy acelerado, está avanzado, amaneció desde ayer con la resaca condensada en aquella botella molotov que lo ha psicodeliqueado en extremo, está en otra, demasiado, su partner lo mira y no puede creerlo.

Tiene que enrumbar a la chamba rutinaria, el hijo pródigo venido del primer mundo anduvo esperando este encuentro por años -desde la ventana virtual-; pero no así, así no tenía que ser, no un trhiller muy de mañana.

Sube las escalinatas del paradero de todos sus días, el transformado alumno exigue acompañarlo como dé lugar; así corren hasta dar caza al gran dragón naranja para montar en su lacerante cuerpo llevando dentro una sesentena de zombies urbanos que viajan por la necesidad que sus enigmáticas vidas le demandan, la lucha por la supervivencia en esta ciudad que no debería ser de miedo.

Arroja la botella de aquel trago de mala muerte, transcurren la gran avenida, mutante y recién llegado; él está pasado de vueltas y su máster no sabe cómo controlarlo, lidia los veintantos minutos con el aprendiz enajenado por sustancias extrasensoriales que la noche se ha llevado por paisajes agrestes que un mundo lúmpem ha convivido por mientras, mientras se acuerde todo lo que ha hecho de destrucción, de animal de la noche, de lobo estepario, de ánima boleteada en este jueves de mierda.

Llegaron -al fin-; ha sido una travesía insoportable; bajan por una de las branquias de la enorme bestia para anclar en un parque sin nombre de un distrito para qué te cuento porque supones que lo reconoces.

El chambeador en jefe quiere terminar de una buena vez con esta desventurada historia; le da unas monedas para que el joven guasónico se lleve su espectral cuerpo a otra parte, pero no entiende, está algo más que la bestia verde y el señor Hyde.

Se despide, sin embargo vuelve la vista atrás, lo está siguiendo pese a las advertencias; apura el paso, entra a su guarida, abre las puertas que tiene que abrir para regresar a ver que él está acechando a la espera que salga para despedirse o no sé qué.

Está demás, lo despide nuevamente; hay quéhacer dentro, pasan los minutos, afiera está echado, dormido como un paria en la calle barrial, qué huevada.

Un par de horas para el desahuevo final, lo embarca a una nave que lo llevará a uno de sus escondrijos para curarse las cuentas del alma, para reprogramarse antes que su progenitora lo vea en tan triste figura.

La mañana ha sido terrible, dolorosa, ingrata, así no tenía que ser, el hijo pródigo le ha hecho volevr atrás; se vio asimismo, su alma reflejada en retro, cuando anduvo más de una vez desbocado, viviendo al límite, inconsecuentemente, haciendo daño y haciéndoselo a él mismo.

Ha sido una puñalada por los días marginales, no quiere volver a verlo de esa manera; al leer este conglomerado de palabras espera que se dé cuenta que la vida no alcanza, que los encuentros no tienen que ser de esta manera; se marcha hacia su guarida chamberil para seguir con lo suyo, para no entristecerse más por el caminante nómade, para no recordarle que no puede hacer más por él; por aquel niñito escuálido que conoció y que ahora le ha abierto una herida que pensó cicatricada, que no son más que las llamaradas perpetuas que nos recuerdan que todo es cíclico y que tal vez se vuelvan a encontrar en paraísos artificiales que no se vuelvan en contra suya porque las oportunidades ya no serán las mismas para poder mirarse tiernamente a los ojos sin complejos ni vergüenzas que lastimen la historia de una amistad que debería ser más que una fábula maltraída...

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Te regalo mis palabras

Como aquella puesta de sol que ahorita amilana y emociona mi corazón; de otro lado la excusa perfecta para declarar/te una vez más mi amor y mi cariño por estos dieciniueve tiempos de idas y vueltas, de triunfos y fracasos de dualidades hechas composiciones de vida que muchas veces no queremos, abrazamos y detestamos.

Aquel año noventa y dos, fue especial; casado con tu madre, terminé de publicar aquel libro/objeto autobiográfico de respuestas extremas y resultados insospechados, la Agenda Rock también dio su único y extraño paso -ya no más-.

La "U" también campeonaba con aquel superequipo de la era Nicolini (hoy tiene un reto con el destino y la historia, oportunidad perfecta para torcerle el cuello a las estadísticas y a nuestra idionsicracia perdedora).

De acuerdo, fuiste la reinita de la casa, la primera nieta, la primera mujer de un clan dominado -aún- por el patriarcado y un gobierno familiar machista por excelencia.

Tus cachetitos tiernos, tus ojos inmensos, tu figurita de conejo tambor, el primer prekinder "Sagrado Corazón de Jesús" frente a una de las tantas casas donde moramos en nuestro único barrio heredado desde nuestra estoica llegada del lejano Chaclacayo hasta la urbanización donde un día muy lejano las vacas pastaban en un campo semidestruido por albañiles jugando pelota sobre lo que sería el parque "San Carlos del Pinar", obra viva de mi madre y un grupo de corajudas/ combativas madres de familia de este cálido lugar.

La primaria llegó de un salto -donde ahora tu hermanita retoza, aprovecha y pierde el tiempo como todos lo hicimos alguna vez en esa fresca etapa de la vida-; te gustaba estudiar y ser amiguera; la secundaria en el colegio de al frente en Salamanca, y tu final de bandera con el discurso promocional de despedida ante tus compañeros, los profes y la buena madre Nuria.

La universidad por tu promedio de tercio estudiantil; pero por un tiempo nomás hasta que el trabajo te obligó a discurrir por distintos distritos para una empresa que te dio la oportunidad de aprender más de la vida con sacrificios insospechados que tendrán su recompensa.

La fotografía será tu ensayo o parte de un oficio por desarrollar, eso solo tú lo sabrás.

Así entre tus enamorados que llegué a conocer sigues experimentando y sabiendo que el amor puede y duele también.

Ya eres una linda mujer que atrae las miradas y que sabe que existen muchos proyectos y caminos por recorrer.

Adiós no es para siempre porque pronto nos veremos para abrazar tus años intrépidos, tus años dolientes, tus años expectantes.

Un nueve de noviembre de mil novecientos noventaidós llegó Isaboe Astrid para alegría nuestra, para conocer al mundo, para vivir y sobrevivir, para tratar de ser feliz -como todos-...



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Solo un piqueíto dominical

Como siempre tempranito para comenzar lo que hay que ordenar y lo que hay que preparar.



Se encontró con una centena de cadáveres de cucarachas regadas por el piso, la mayoría panza arriba, algunas moribundas por las ráfagas de insecticida a las que fueron sometidas la noche anterior como un bombardeo de napalm entre los campos de cultivo y los bosques insurgentes (sus únicas culpas, ser cucarachas).



La mañana nublada se muestra silenciosa porque es domingo y todos jatean hasta tarde en el barrio como en casi todo Lima; sacándole provecho al único día que le brinda la semana tras el sábado de gloria o simplemente para recuperar las energías perdidas por la vida; apurando el paso que ya es hora de partir.



Mi hermano que llega boleteado con cara de alienígena en Man in Black -solo él sabe qué diablos se ha metido-; al rato llega la socia silenciosa que sigue siendo un enigma para mí; tiene la calidez de un iceberg -tan rápido como llegaron, así se fueron-.



Esta vez como algunas tantas me toca asumir la misión solo -ya sé lo que toca hacer y cómo-; atender a una familia pudiente que es la que nos para la semana -un paradigma más para mi libro-.



Resolana, el calor de la brasa, las carnes asadas al cilindro y la caja china con nuestra sazón de herencia ancestral; me salteo rápidamente de capítulos porque ya quiero regresar al taller y terminar con esta miniserie existencial.



Tras el pago al tío taxista de ida y vuelta; cansado, un rato de navegación in red -encuentro a la musa de la infancia-; le pido una loreada telefónica de casi media hora -algo que no suelo hacer con nadie, es una máquina imparable de palabras que ametrallan mi ansiedad y regocijan mi espíritu-.



-Hasta la próxima, a ver si hablamos sobre lo qué haremos del asunto que me tiene inquieto.



La tarde muere con la última cita dominical, apagar equipo y despedida con Pepín -el vecino de junto, otro inquilino chamberil que anda siempre empiernado con femme fatales, en repetidos boletajes propios de una vida alocada y dispersa.



A la caza de mi gusano de seda, incursión comestible obligado por la falta de almuerzo y una excusa para verla nuevamente a los ojos y abrazar a mi propia alma, la que anhelo diariamente qué está haciendo.



Un ratito solamente a la casa porque mañana hay cole, hay que laburar y porque los lunes son días para odiar verdaderamente.



Night sunday, se acabó, se acabó y punto...



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Muñeca Brava

Vive al fondo a la derecha, luego a la izquierda; escondiendo su alma solitaria





brindándola a su amante nada encubierto; entregando el jugo de su sustancia





a cambio de compañía y el pago por el placer del escondite barrial





por los caprichos conquistados y el no querer morirse de hambre ni de frío





al fondo del callejón en la quinta que no es quinta, su hueco perfecto





ríe con los demás, al paso sin piso, finge ser feliz ni ella se lo cree





vino del norte chico para ganar a la capital en trabajos efímeros





su hijita la espera cada tres meses en paraderos solitarios





en barrios con arenales que aún no saben de desarrollo ni modernidad





ahí va la flaca coqueta con su belleza provinciana y su verborrea calletana





nos mira cada mañana tempranito, sale fresca y retocada para la batalla chamberil





si quiere va, si no se queda encerrada con su radio tocando la misma canción -every day-





su nombre no importa, mejor mantener en misterio su DNI





ni ella sabe mucho de nosotros, es la única inquilina entre tantos hombres





vive al fondo a la derecha doblando a la izquierda





semáforo chongueril, colgando su ropa interior en el tendedero decora lo que queda del callejón





ahí va, taconeando el piso, destilando su fragancia inédita, invade la cuadra





le rebotan las siriadas, no se detiene, ahí va la diva barrial





sin tropiezos, no hay tiempo para mirar atrás





vive al fondo a la derecha girando a la izquierda contra el tráfico





ahí va ella, la muñeca brava.



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LUANA

Sale con el sol pintado en su sonrisa

desde su peculiar ventana en la almudena

la mañana se viste de niña para dar paso a un atardecer galardonado

me sienta bien el solo hecho de ver/la desde mi escaneante mirada

sus ojos poéticos/tiernos me conmueven

cada caminata interdiaria para la bitácora escolar es un regalo de vida

holiday today, ayer se fue en la borrasaca bohemia

la casa del señor de los vinilos con la cofra añorada

importa el ahora, abrazar a mi fresco gusano de seda

que me canta al oído

como la balada perdida en el tocadiscos de la casa vieja

de mi infancia de fábulas chaclacaínas

de historias de largo aliento y corazones ensimismados

cogidos de la mano como Chaplin y su clásica postal hacia el final del camino

ya Salamanca y su arco de piedras

mercado/tour como la primera vez

desde aquel establo camino al sol

del cinema pueblerino

de sus cuestas épicas

y sus paisajes grandilocuentes

sentados como dos seres felices

frente a un plato de cebiche

confundidos entre su narrativa casta y auténtica

la miro, tenerla es el cielo del pago divino

es mi reflejo

sus lindas cejas pobladas más su trade mark

combinan con su blanquiñosa mirada

sigue contando su versión

aunque no retenga todas sus inocentes palabras

me basta su presencia pueril

el disfrute de las cosas simples

aprovechar la tregua de la vorágine

de regreso con nuestros barquillos

lamiendo la gracia de la fortuna vivencial

enrumbamos hacia mi búnker silencioso

pauseo en mi lecho prealmuerzo

ella y sus ejercicios en la red

hasta la hora de compartir nuevamente

al calor del amor en un plato

desde la cortina musical

desde el improvisado comedor-sala-almacén

entre vestigios del pasado

al presente pluscuamimperfecto

abrazado a la soledad domesticada

iré solo al atelier imaginario

para terminar con esta pequeña historia

de seres semejantes

en busca de la belleza de nuestro espacio

el dsifrute de la calma anhelada

bañada por tibios rayos primaverales

regalados por la magia de había una vez

un gusano de seda y un mutante...

Villa Jardín, primavera de 2011, en el día de todos los santos.

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Se llmamaba Charly

Ricardo Quesada se ha ido, no puedo creerlo, lo leí en un comentario del 'Masoko Tanga'.

Hace algunos meses atrás nos reencontramos tras largos años de ausencia en los paisajes quilqueños.

Durante fines de los ochenta e inicios de los noventa tuve la extraña pero grata oportunidad de toparme con él; en los conciertos, en los recitales poéticos, en las muestras plásticas, en los bares de Quilca; lugar al que era un asiduo habitual y cual espía encubierto incursionaba furtivamente como muchos animales de la noche.

Claro que también andaba embuído en temas existenciales y la cotidianeidad le golpeaba como a tantos seres que habitan esta ambivalente ciudad; entre vivir sobrio -casi nunca por cierto- y su clásica fragancia a vino tinto que dejaba entrever cuando teníamos la oportunidad de entablar alguna conversa sobre lo que más le apasionaba y le atormentaba a un tiempo: la poesía.

No puedo olvidar su presencia en mi matrimonio en la iglesia barranquina cuando el Piero, Marcel, Paul y Montaña; irrumpieron con sus acordes musicales la ceremonia religiosa que fue sino algo más que una performance musical, era el cariño y camaradería que existía bastante entre nosotros quienes éramos plásticos, poetas y músicos, entrañable imagen viaja a mi corazón cuando Charly se acerca para el clásico saludo a los novios: -"Te veo muy elegante Willy".

-"Solo por este día Charly, son las concesiones que tenemos que hacer con el sistema".

Estuvo -así me lo contó-en el último recital por el aniversario de Kloaka; leyó un poema el mismo que me obsequió cuando abrazamos los años perdidos, los años convulsos, los años sangrientos, violentos, impunes pero muy productivos durante la movida subte, la era de la violencia, el terrorismo y la guerra.

Cada oportunidad que nos encontrábamos sacaba de su clásico bolso que lo acompañó por años; cual conejo de la galera; salían de sus temblorosas manos un poemario fotocopiado con collages que él mismo recreaba.

Debo tener unos cinco a seis poemarios inéditos suyos, los cuales me obsequió con mucho cariño; su sonrisa sincera y sus palabras siempre metafóricas resultaban regalos inesperados e invalorables.

Así Charly nos deja con su típico peinado setentero, su estampa de juglar encaletado, sus gafas lennonísticas que rasguñas las entrañas de nuestra alma y nuestra miseria.

En el Barrio Chino, te dejé, en la Calle Capón te abracé, adiós Charly, amigo querido...

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La esquina en un lugar sin memoria y sin libreto

Nace otro día y muere aquel que no me acostumbré tanto a amarlo/ así pues miro de soslayo en esta noche zombie/ cualesquieran que fueran los resultados de la vagancia insomne/ tal vez placentera/ tal vez sosa/ tal vez, solo tal vez/ parece que digo lo contrario pero siempre caigo envuelto en esta maraña de palabras inquietas, algo absortas/ la verdad no existe y prosigo por paisajes psicodélicos en medio del silencio más cruel, lejos de tu mirada cómplice/ lejos de tu ira comtenida/ amo este país/ más bien odio a los que lo hacen miserable/ mi lectura es propia y nada compartida porque veo lo intangoble y presiento lo invisible/ ya nada será como antes, nada es para siempre ( me fascinan las sentencias) / en el lugar menos pensando te buscaré/ una y otra vez/ porque tal vez este ha de ser el derrotero que me conmueve y que me agolpa a un tiempo/ versar sobre Versalles no implica que tenga la punta del iceberg en tu lengua agitada y desfalleciente/ la última dices que la traes tú/ la cuenta regresiva ha comenzado, me encuentro a punto de descarrilarme aún más por las faldas de tus sentimientos más escalofriantes/ solo me queda esto/ un pedazo mío en disonante verborrea a la par de tus negaciones aberrantes/ silbas pero no te escucho/ postear hasta el infinito se ha vuelto un sueño cruel/ la cocina es mi ilusión, perdurarán mis intrigas mientras te veo volar bajito/ casi inerte/ las musas solo existen para quién quiere verlas desde mi balcón olvidado/ me regalaste ese caleidoscopio que me mira cada paso que me detengo en la esquina de mis movimientos infieles, eso solo es un acertijo/ la muerte ha sido el cartel every day para satisfacer deudas propias y ajenas/ la paz es una utopía mientras la miseria más perversa gobierne los corazones virreinales/ mal de muchos/ bien que no se vende/ símbolos profanos/ eso es bien peruano y para la deportación/ ya estoy harto de mártires fabricados/ de justicias fabulescas/ el genio intelectual pulula por estas redes, me cuesta entenderlos/ si aprendieran del simple y maravilloso lenguaje de Arroyo/ por la cultura ausente/ no la defendería porque no es mi 'causa'/ sí, son sesenta días de gobierno de ensayo que podrían pasarse los cinco años en plan piloto/ retirada/ en una realidad que no siempre es la mía / los estigmas condenatorios...

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¿Porquè no somos?

Se la llevaron, la noble telematch que un día fue mía, que acompañaba la cotidianeidad de las palabras

necesarias durante este tiempo sin tiempo, para matar la rutina imbécil, para creer en la magia oculta

se sostenía -mal que bien- (su dueño, un indeseable, un hijo del olvido); amén de milagros ensimismados

me colgaron, tendré que robar/me ilusiones perdidas por tu aliento despistado

por tus ojos -in blues-, la música también ha sido cercenada de golpe, un certero puñetazo a la ilusión

por ahora -y no sé qué tanto-; vagaré sin guión alguno, sin planes que ofrecer

mi inconceptuable tercero no entiende de estos menesteres, ni de carencias escribanas, qué mierda

solo ellas -pocas por cierto- imaginan la intención de estas horas huérfanas

debo escurrirme entre la noche, escapando de la vigilia egoísta, de las miradas decapitantes

no me dejaré ver como antes, ya nada será igual, incompleto y errante

ignorando las últimas frescas, adiós conversa coloquial, chau enlaces inmediatos, - no more Mr. Nice Guy-

mientras el laburo espera por mí, sin escapes virtuales

la fiebre en red es un caldo tibio, los infinitos viajes -every day- serán un recuerdo malpagado

ya debo, intrascendente reality

no hay primaveras en Lince, solo una resolana tibia que me llama

un presente marchito, espero la señal de la largada

dijo la voz de Lanús; ¿porqué no somos?...

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Después del concierto

Tres para acabar, agolpado entre desbordes insconsecuentes, superviviendo a tiro de cazador

no me preguntes si soy yo el que toca a tu puerta, creer no es poder

oscuro pasatiempo este el de incursionar en la noche intrépida

los cuerpos descansan, la mente no, las palabras se escapan porque nunca pude decirte lo inefable que es esto

como siempre resume que Demon Nights es la otra parte que no puede manejar

asesinar los instintos más perversos, verte desbocada por la vereda que no supiste si existió

ahora te cambias de camiseta porque no soportas la miseria más absurda, envuelta en tus dudas cotidianas

no cantaré odas monótonas, los días oscuros van, las noches son pesadillas fatigables

ayer casi en una esquina perversa, salté in retro, la combi rumbo al poste, yo a un taxi al filo del hartazgo

las calles son poemas agrestes en tu nombre olvidado, paren perros psicodélicos babeando malos recuerdos

cuadras de almas extremas, taxis choros, pirañitas agazapados planean el último asalto en la esquina infiel

calentao en microondas para no perder el control de cada día insulso

es más tarde cada vez, la verdad se aleja barrida por el último viento trémulo de insanía

no es fácil, el estribillo paporretado desde niño, es la canción incompleta del play list

ya debo ser para no estar, pluma sin creador, tinta sin composiciones lúcidas

allí te veré, en el lugar menos indicado, mis pretensiones no son lo que dicta él

allí yaso estático mientras los pájaros se estiran preparándose para el nuevo

pepa antipeste, despedida enmudecida, resguardo cínico

tres para acabar, después del último concierto no volveré más

porque espero tu último solo, nada se parece a este blues insatisfecho...

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SOLILOQUIO

Vorágine de dos días, soy uno más de "El Salario del Miedo"

dejar 'the factory' impecable como si el huracán del nombre maldito

nunca jamás hubiera pasado por este barrio clásico y popular

hoy no se parece ayer y mañana parece igual al mismo rostro que me mira en silencio desde el espejo

fase culminada, las miradas familiares asesinan de reojo la cotidianeidad

¿en qué terminarán todos estos anhelos malparidos?

solea a medias, mi hermano partió al viejo mundo

nosotros partimos todos los días

muy temprano sabré si las taquicardias volverán o si el valor de lo apostado

será la causa de un epicentro en marcha

diurno/vespertino/nocturno el miércoles se avecina expectante

ya no más, porque no hay más...

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Open/closer

Dos soles devaluados destellan ante el espejismo de tu presencia ausente, indiferente

naufragan durante la semana encallecida de ansias infinitas

boletaje chamberil, propuesta de vida, servir para comer

constante -REPLAY-, los íconos del pasado se muestran imponentes

ante el lecho silencioso, creo, no puedo

Ate desde muy temprano, luego al taller de la nueva hornada

acelerado para anclar entre calles/laberinto

encender el fuego milenario por la conquista de lo alucinado

la bestia blanca se quedó varada -two times in bad times-

por la estupidez del cochero amnésico -sin cura-

atrapados en la húmeda noche

tras perdibles cuentas de travesías obligadas

cargas y descargas, marchas y contramarchas

al búnker linceño, los cuerpos de los seres desfallecientes

trasuntan en la inercia somnoliente por el placer de no ser

dos se van, quedo para el cierre

para mirarme una vez más en el monitor confidencial

porqué viajo por micropaíses limeños

hago lo que hago, porqué no

se escapa desde hace más de una treintena

dos soles en mi no haber

tregua que se relame de impaciencia

mañanas de amaneceres negados

recuerdos que carcomen mis sentidos

pienso en ti -porque te quiero callado-

sin etiquetas ni rótulos de neón

sigo siendo el mismo que un día quiso

ahora concluye que la verdad

no es más aquel carrusel resaqueado

que me sonreía abrazado al sol chaclacaíno...

Insomne

Desperté de entre mis dudas cotidianas que cabecebean entre el ocaso de tu patético reality

hay muchas pero pocas las que suelen tocar mi alma trémula y ansiosa por la gracia de querer olvidarte

la tragedia no se concretó, muchas escenas viajaron por mi mente después de caminar en la soledad más oscura

ella me conmueve, aquella también, y sí -¿porqué no?- la última corista de la fila

empezando por el lamento de tu mirada infiel

vértigo y ceniza, sudor a la carta, mediana semana parece ser que prenderá con sorpresas alentadoras

ya no quiero ser parte de eso; robándole al pasado, abrazando sueños por el Centro de Lima

quería proseguir con mi dormir en el cuarto callado, imposible evitar el veneno maravilloso de lo prohibido

la noche asesina en silencio, el poeta de la mirada extraviada nunca llegó, esperaremos el arribo de su próximo tren

muchas velitas por soplar, nada haremos, solo contemplaremos por aquellas ventanas en zapping estrenduoso

quiero irme más allá de lo permitido, mis mutantes cordones tiran de mi lacerante cuerpo a tierra

se acaba el combustible y la imaginación ya no volará más por mi barrio -solo por única vez, hoy miércoles-

siempre veré al último patriarca agachando la cabeza sin miradas por saludar, sin memoria culpable

sin mañanas alegres, con rencores agazapados, sin curas más silencio, -vete rápido que te fulmino...

el frío me esperará -como siempre-, a la vuelta de tu jato amarilla, como si nunca me hubiera conocido

el tiempo no interesa -chibolita.com dizque: " la edad no cuenta en estos hemisferios de la locura holográmica"

ya basta, tengo preparadas un millar -con demasía- de respuestas absurdas para embellecer tu anciano cerebro

visto de pronto, sin ángulo recto en un desierto vano, la escritura que se fue volando por allí....

cansancio sin antes de despedirme, cruel llanto cínico para corazones solitarios

japiverdei a los que amo en verdad, abrazo y chau por siempre

en el distrito de las cebicherías abominables, de los jardines olvidados, de los recuerdos malpagados

de una vez por todas sonará la útima huaracha en la cantina del tuerto Toniño

escape...nunca...de vuelta.....yes.

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Empiezo por el final

A tres días de aquellas intrincadas horas se aleja el caminante gris, lejos de su sombra, lejos de su silencio

algo más lejos de su persecutoria karma, alma de artista en ristre, ansía la descarga perfecta

embellecer aquellos paisajes infernales sería más complicado que ' la tía regia' llegue limpia al cierre de su gestión

y así como hay quiénes defienden su invisible performance, están los más tozudos

que son parte de las inexplicables huestes humalistas

no es tanto el sabor por el color de lo intocable, es el estigma que carga con su apariencia de yo no fui

parecía que blanquéabamos, dos días en la cantera 'comercial'; bien contra el mal

asumiendo roles protagónicos y funciones clandestinas más lindas que la Tarumba

el máster de la pianola -seguidor de Piazzola-, regresó como jugando -un día de estos y qué-

(mira la chica al pasar), -"día del niño"-, inventado para engrosar las arcas de ellos, los que nos quitan y nos dan, ¿qué?

quisiera tomar/les fotografías (a mis victimarios); no recuerdo con seguridad, shock controlado, miedo agazapado

¿recuerdas Willy, cuántas veces naciste otra vez, y cuántas debiste morir?

a ver, pa la 'yenti'; cuando tenía unos seis años, un niño rollizo ingería peores comidas que Augusto Glub...

devino en treinta días -con sus noches- hospital del miedo, los de blanco lo desahucian, pero aún no es su hora...

así, como por arte de magia, por obra y gracia (ya saben lo que sigue); tras el cóctlel salvador

de la dupla Caballero Méndez/Vargas Vicuña (jamás olvidaré sus nombres, esos matasanos)

mi vieja ya se había secado porque no tenía más lágrimas que derramar

otra, -cuando no-; se arrojó a la piscina -aún viviendo en Chaclacayo (ansío enterrar mis huesos algún día)

de Huampaní, ocho años quizás; " Peligro, piso profundo ".

clavado -mismo Johnny Wheismuller-; ni nado sincronizado, ni flote, mucho menos perrito, nada haremos

glub,glub,glub y reglub; una mano milagrosa cual anzuelo humano afuera del agua

domingo era, más gente que agua, nadie se daría cuenta, mirada avergonzada, (gracias señor Picapiedra)

solo me iba ir, la anécdota no fue buena por el descrédito a mis palabras casi ahogadas en cloro con olvido

la penúltima (antes de este último viernes casi sangriento)

éramos jóvenes veinteañeros, tres patas que lo eran en verdad, hoy el tiempo no ha sido muy pródigo

con los años transcurridos, con desengaños que golpean de frente al corazón, por mentiras verdaderas

Cañete, década del ochenta, festival del ritmo negro, pisco quebranta, pisco italia, pisco acholado...

demasiadas degustaciones, después al estadio por más alcohol para nuestras temerarias vidas

cervezas a discresión, error, molotov....

dormido quedé, regado en el pasto soñando con angelitos negros

cada uno se desbandó por su lado, él para el sur, mi otro camarada de armas para donde su memoria lo lleve

desperté de mi sueño dorado entre cañaberales oscuros, pensé que eran mis bros

dos huevones acholados -ya estaba listo para la masacre-, me llevaban en hombros rumbo a un destino terrible

golpe contra los dos, muero de pie aunque sabía que los rounds podrían ser los últimos

ya perdía, abollado, asaltado, varios tiros al aire, ellos huyen, se unen a la noche maldita

el dueño de la chacra, pistola en mano, perro listo para masticarme a dentelladas

explicación incrédula, me lleva a la comisaría de Imperial (¡¿puta, qué hago en Imperial?!)

si yo estaba en Cañete, -soy de Lima, soy periodista jefe, déjeme hacer una llamada.

mi todavía lúcida mente recordó los cuatro números, estábamos hospedados en la casa de un vecino nuestro

entonces alcalde de Cañete, salvación, escape a la victoria, nos abrazamos como tres tristes albatros resaqueados

como si hubiéramos vuelto de la guerra, de una noche estúpida que pudo llevarse mi alma y mi menoria

esa fue, creo que hay otras, debo refrescar mi memoria, rebobinar el cassette de lo pasado pasado

ya es tarde, mañana a la realidad, es todo por ahora, valgan más verdades que esta vida mía....

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Letras en outlet

Los días no han sido pródigos, la esperanza se mece entre el delirio de tu alma caída del cielo

o que la tierra se abra para tragarse los últimos sueños inacabados, planteados por tu ira insensata

ya merecemos otro happy end sin más vueltas que darle al pollo que se asa a la misma hora del mismo día

el pianista aún no retorna de su ostracismo voluntario, -sé que no me ha contado la historia completa-

mañana una noche con la historia de mis días abrazados, de mis días cuando viajaba sin freno ni bitácora

tal vez la musa del norte pueda desentrañar tamaño enigma, quisiera que fuese así; ya no más de lo mismo

al menos en estas noches húmedas puedo ver más seguido a mi gusano de seda (la adoro)

su enfermedad nos ha unido, la otra ya partió sin haber avisado que barcos errantes se la llevan más allá de la noche

estas últimas semanas se han vuelto pesadamente rutinarias, el frío agolpa los corazones

el espíritu de la razón permanece meciéndose en su silla de mimbre, junto al fuego, al borde del olvido

no quiero perderme con Demon Nights -así la tortuga del bosque disfrute de sus bizarras aventuras-, por ahora no

la viajera de Lanús de vez en cuando entra en trompos y se me hace complicado entenderla, cuando vuelva

frescas ninfas aparecen al golpe de los teclados en un tris virtual, las otras continúan su peregrinaje vampiresco

imposible despegarse de la música posteada desde hace millones años rocker, es una dulce dependencia

la misma silla, las mismas locaciones, las mismas miradas que no me miran, las mismas avenidas que trajino

esperando volver a la carga de la batalla, los pertrechos anhelan entran en rigor, los fuegos ausentes

ya doblo la esquina de tu última llamada, ansío tenerte más cerca pese a incursiones de fe de ratas

las últimas noticias me conmovieron, cargo una historia pesada, no puedo lograr que cambie

ya prenderá, entonces respiraré, podré sentarme a tu lado para decirte lo que debí en su momento

jueves nada genttleman night, al cierre de esta edición, titulares obligados

la máquina colapsó para ayudar/me a terminar esta ensalada de palabras sin guión ni destinatario

Save us, exit, don´t look back...

Dissapointed

Estoy a la espera de cruzar aquella vereda imposible trazada por tu mirada asesina

el vate Tito -dice que no lo es- esculpe algunas de sus lágrimas asolapadas en verso travieso

ya nada importa -por esta noche infame-, y se queja forever and ever (la dama de Lanús)

tampoco funciona la cursiva, ni la inglesa ni la chola, ni la negra, menos la mutante;

al margen de esta tipografía multiracial

en causa inafecto voy comiéndome mis últimos anhelos por la culpa de verte otra vez

la página se volteó al revés porque la psicodelia de tu locura dual no son más que pétalos oxidados

lunes pa que te cuento y mucho menos te quiero (ver muy lejos, donde mi brazo ya no choque con el tuyo)

micros vándalos embisten tu última rabia, la pequeña dama -de al frente no hay sitio- olvidó su alma desazonada

más combis hardcore son forúnculos que el asfalto limeño ha parido sin piedad hace más de treinta años

que no quiero saber que te llamas Rosita, intenté que supieras pero fallé -como manda la costumbre ancestral-

así no me sorprende que no quieras decir palabra alguna, mientras todos tus mensajes son borrados

de por vida por mi mala memoria compungida y extraviada; ¿vale la pena bailar esta pieza?

mañana -tal vez con ella-, me encajoneé de impaciencia valgan verdades absurdas que dan placer mentir

más estigmas y laceraciones -pintó Jimmy hace un culo de años- cuelgan en mi apartamento nauseabundo

las damas insomnes se toman su último cafecito para continuar con su peregrinaje insensato y masoquo

vértigo me enfrío de impaciencia -Plant, los poetas no somos lo que crees que nunca fuimos porque no lo somos-

ellas están enfermas, mi cúspide llegó a punto de nieve, ya no sé qué más saborear por el color de tu alma insana

mientras acomodo mi espinazo maltraído por dioses virulentos, el diapazón será mi campana de autoayuda

la mass media ni sabe porqué botó su voto por el tubo/desagüe inconcluso, vendrán más -lo juro-

ya no anochece en Lima ciudad gótica si siempre anda oscura, aunque lo de jardín sea una huachafería kilométrica

las tiernas -me quedan solo dos-, bolero tela, telo para cama adentro, huachimán zombie pita de aburrimiento

ya al borde de lo inconcebible -siempre te equivocas- sataniza sentencia el último patriarca que nos queda

para qué morir si no nos avisaron, para qué nacer si no les importa, para qué creer si les llega al glande

no puedo olvidar su mirada fétida ni sus ojos sin mí

la musa linceña dijo que el último tren con destino errado jamás llegará de aquel town ebrio de poesía sin destilar

pensé que te vería, él siempre tiene la razón porque juega su papel magnánimo y arrogante a mil sin hora

disiento y lo siento, no tendría, no quería que terminase así, ella menos

ya al doblar el último vagón de tu balada sin aliento, me vengaré de todo mal amén

dicho, redicho, si se puede decir escrito -en la última parada del mundo, aquije, Lima mutante ciudad-...

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Games people play

Verdad que navega perdida entre intrínsecos lugares; malhabidos por tu honor escondido y nada resuelto

quisiera no pensar en ello, escarbar en la alameda perdida de aquel palacio abandonado de olvido sin perdón

manejar tu respuesta abrupta incompasiva, tus palabras irrumpieron cuales descargas asesinas sin pelotón

-fuera de control-; así te conduces, la crónica se tiñe de negro, las páginas escritas de cabeza

son pastillas para dormir en silencio, puesta en escena lo poco que anduvimos, vagando entre paraísos artificiales

las horas cruentas aún no las digiero, así me sumerguí una vez más en mi propio laberinto por conocerte

la llamada en medio de la oscuridad más perversa se fue acostando junto a mí para tomar parte de este juego insensato

el arma cómplice para el tiro de gracia, hace instantes otra era la historia, otros también éramos lo que creíamos ser

extrañaré la calidez de tu espíritu iceberg, guardaré mis mejores deseos ahora enterrados

junto a los restos de mis peores años, sabor y traición vienen en una nueva presentación (dos por uno)

al corazón lo vi andando en círculos, parecía embriagado, salía de una cámara de gas

con las justas podía mantenerse en pie, balbuceba que lo había entregado todo, de par en par

ya no queda mucho de él, junto a su alma desnuda e indescifrable la suerte se la quiere tomar de un tirón

sentado en aquel paradero solitario espera el último tren hacia sus años pueriles -sabe que no existe tal

igual se aferra, continúa mirando hacia donde muere el sol chaclacaíno-

otra muerte más pa su libro, intitulable vida, peor guión

abrazar su recuerdo malpagado, ya no existes -canta malhijo-

con la miel en los labios se zarandea asímismo, se encaleta bajo viejas frazadas dejadas en medio del camino

con la guardia baja, sin mayor oportunidad que el egoísmo cruel y salvaje; vira en trescientos sesenta grados

olvido sin remedio, laceraciones encubiertas por el poema peor escrito, enlista su capa vulnerable

quedando los últimos cuestionamientos para el gran finale

dueto o triángulo -da lo msimo- ¿es posible conciliar el sueño con una doble vida emponzoñosada y retorcida?

closer to the heart.

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The Walkman

Aparecido sin aparecer, movido por desazones estomacales realizo un viaje insensato





pienso en ella y en ellas, la mar de incertidumbre conmueve mis deseos al revés





disfruto de mi sentencia -aunque diga lo contrario-, la nave de los sueños tendrá que esperar





creo ser dueño de un imperio sin sentido (así es mejor que morir un poco de vez en cuando)





la semana movediza ya fue, esta se presenta caprichosa, enervante, sigilosa, asesina...





mirada perdida en incautos desencantos embriagan mis latidos sin mayor recargo que tu conciencia gris





púber tal vez, mejor que decrepitud mental





insanía acecha -ya me sé ese cuento-, cruzo los brazos en el vacío para recogerme en el desasosiego más puro





ahora ya no es ayer, hoy tampoco mañana, la verdad duele pero las costras se llevarán como estigmas de última





reverdecer en el recuerdo -no lo creo tampoco-, mejor suena ese blues callejero y maloliente





que inútiles florectas embadurnadas de cinismo cruel, envueltas por la mirada esquiva, por encomiendas familiares





que no son lo que deben -y más de la cuenta-





mi pueblo pueril es mi oasis obsecado, -someday over the rainbow-





vertiginoso y febril amparo inquieto de frustaciones malhabidas mientras duermes en tus conquistas insustanciales





verdad que no fui yo, siempre ha sido así, ya nada cuenta, todo es vacío aunque digan lo contrario





el frío amenaza, otro día ensimismado avecina mi lado más oscuro, la travesía está por culminar





gracias al trono blanco que cambie de bitácora, tú por mí, yo no sé sin ti





me quedé sin combustible -"La piedra alada" del vate sureño tendrá que esperar-





gracias por el paquete pianoman, aún no es el tiempo





es mi paradero sin finales de espera -bajo aquí, pie derecho-





adiós, debo concluir con otro destino, mis derroteros me esperan por otro valle boceteado





me gustaría un final mejor, sin llegar a matar mis ansias con enojo (presto Lescano)





chafui chafua, nadie ganará...



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Quisiera

Encontrarte en un fuerte aabrazo, escalar las más altas cumbres de la misería -decía Groucho-



a partir de un leve absimo, circundar entre leves tejidos más tus puentes circunspectos



no dejarán mayor rastro que la huella tuya



verbo sin mayor reality debo dormir en mis sueños más insospechados



¿las fiestas patrias?, eleverán la mayor carga anteniegue sus luces



y sin mayor recargo que la sospecha inimaginada



la madrugada solo servirá de eterno cóctel por las puras ganas de no serlo



viento eterno que no fue fluye en tal desencanto



ya la pólvoa es un inútil canto a la noche muerta



duerme que te duerme en eterno zimbawe sin mayore retorno



muerte febril, debo apartar tan lejano cuento



adioses malparidos



ya debo partir...



.

Después del jueves ¿qué?

Cuarenta y ocho tiempos lateando por extraños parajes desde aquella vez que te vi





entre el silencio de tu ausencia dura y puntual





me recojo como un cobarde hacia la silenciosa guarida





el agua hirviendo para matar las ansias reclamadas





ayer fue una película nominada





tus pasos vagan juntos a los míos





las calles bañadas por boleros ensimismados





mi estómago ronronea por el solo hecho de pensarte





ya vas





parado en medio de la vida





vuelta a la página incierta -one more time-





los vasos chocan ebrios entre las esquinas de tus labios cómplices





mientras te sonrojas como quinceañera





vuelo pegadazo hacia ti





sin que te dieras cuenta atrapo la pregunta trémula





cinco horas de ensueño





se llevaron mis ansias locas atiborradas en cada sorbo





por trascender entre quimeras melómanas





entre poemas rocklentos





vuelco las del estribo creyendo ser lo que aún





verte desde el paisaje tímido de mi ventana indiscreta





es un reclamo impostergable





la última taza de té





la última canción posteada





serán mis últimos acordes en nombre tuyo





tu llamada irrumpe el cierre de esta composición inquieta





por ti Nube Luz...

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Sol de medianoche

Arremetiendo a la noche insomne voy sorbiendo los últimos tragos que me quedan de años





sin prisa ni comparsa va cayendo una página más en la extensa llanura de mis recuerdos arrancados





así el silencio es un concierto gratuito cada noche clandestina por el solo hecho de pensarte





mientras ellos duermen yo sobrevivo en cada golpe de tecla, no importa el guión





solo cuenta el río que emana estas letras





fin de mes a la vista, cobrarás por la grasa derramada en cada acto de tu cuerpo





no tienes tiempo para dejarte llevar





feriado de Olaya





los santos pescadores quieren comer/se un pescado frito bajo el muelle de tu mirada extraviada





ya no cuentes los días, así hayamos cruzado la mitad del almanaque, te esperaré -como siempre-





al otro lado del acantilado, cansado pero erguido





hace tanto que fui aquel que creyó que podía con todo





en contracarátula la verdad aplastó todos mis sueños





otra vez en otra cosa, al margen de mis desavenencias póstumas





los amigos se han ido dejando a medias mi historia





-friends exchange-, hora de escribirlo todo de nuevo, ya no hay marcha atrás,





entrelazados por caminos mágicos





me encontraron (no sabía que existían), yo a ellos





miro por la ventana del jardín del búnker encaletado





seguiré trajinando en procura de atrapar la esencia de mis días mejores, va por ellas





mañana es hoy y después no quiero acordarme





trato de no seguir en el mismo cortometraje, es una joda ver el replay de mi perfomance cotidiana





rasco la última creación inoportuna, jugando descuentos la pasión del juego evade a mis demonios





es un pequeño regalo para la masa superviviente





mientras queda poco para barajar contenidos complacientes





me quedo con la mirada de mis pequeñas ninfas





cuatro más y me voy, la cabalgata se avecina, seguiré viajando por micropaíses limeños





espero concurrir al convite cofradero, se aunan a nosotros, vienen de rriobas musicales





ya está, -seco y volteao, la cuenta- y no vuelvo más...



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My best friend girl

Me da las buenas noches, no sé si descansaré bien esta vez



las máquinas han sido canceladas, hibernará por enésima vez



la alucino en mi escenario pueril: "siempre fuiste un corazón tendido al sol".



sus palabras vuelan libres y desmoronan cualquier intento de barrera virtual



entre ecos afloran los recuerdos de aquella 'vieja' amistad fabulesca en un bosque imaginario



entre el extraño hombrecillo y la ninfa afrancesada



trae consigo un alma encaletada que la saca a pasear de vez en cuando



la emoción suele ser un espejismo ocasional



sentados mirando el malecón de los años transcurridos



sorbo un trago por ti, tu sonrisa corona esos instantes mágicos



entre divagaciones perpetuas, deambular por páginas de la serial -to be continued-



habito mi mundo cómic hasta el número siguiente: "La mutación es parte de la evolución" (X Men)



atrapar aquella clásica canción es una rima tan anhelada como la búsqueda del equlibrio perfecto



-peor imposible-



dejar salir lo de adentro resulta un ejercicio no siempre exitoso



titubear es parte de mi pan de cada día



abandonar el espíritu al viento, desgarrarse en palabras soñadas



es una realidad persecutoria



de regreso de las tierras de nunca jamás irrumpí en tu estoica vida



a veces de regreso, otras de ida



disparatada idea de volver a abrazar los años perdidos



tratar de escribir otro destino



consolidó el intento de serlo



tropezando en el camino



pateando el tablero



arrepentimiento/vuelta a las andanzas



como dos ex convictos sin mayor remdio que la amistad nuestra



ahora la lluvia llora por Lima



para latear entre las calles del olvido



el olor a tierra mojada es un revival



recorro mi querido barrio chaclacaíno



soy feliz cogiendo los 'chanchitos'



arrancando las lombrices de la tierra húmeda



los caracoles rompen filas con su lento babear



la sonata de los grillos por la noche



acaramelan el perfume embriagado por las enredaderas de los blancos jazmines



en el patio interior de nuestra vieja casa de tejas melancóilicas



la chimenea jamás prendida



en la infinita avenida de Nicolás de Ayllón 674



la carretera central es un larguísimo poema a la distancia



grandilocuente teletransportación



así me seguirás jodiendo



y yo a ti



tras la firma de un nuevo amnisticio



dar y recibir, aprendiendo



"Todos estos años de gente" (LAS)



-como tú dices- te veo cuando niña fresca



escuchando en la reluciente radiola de tu sala inmemorial: " When I'm sixteen years"...



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La balada sin nombre

El fin de semana está cerca, las hordas amicales virtuales acechan y "Demon Nights" tras largos meses de ostracismo voluntario se sacude el polvo del olvido sin mirar atrás, la vida le alcanza y a un tiempo le llega al pincho; reaparece -reloaded- sin más compromiso que su solitaria existencia existencialista no pide nada a cambio, tan solo mide sus pasos dobles.



El silencio de la noche le conmueve, es su alimento y su perdición, ha de vagar incólume con su estampa perdida de lamentos cotidianos. no escatima en ataques clandestinos que muchas veces les resultan un lastre mediático que se pondrá al hombro cargados como poemas malconstruídos, irresolutos.



Mañana no es mañana y arrancar las infinitas voces malnacidas son geniogramas aburridos.



Pasajero de la noche, militante apátrida, deambula como un paria condenado, curando las costras que están pegadas a su doliente alma vagabunda, mira hacia el vacío y cae en HD por aquel acantilado invariable de tu dulce mirada.



Tiene varias identidades y solo él sabe cuál le queda mejor a su medida, al filo de la hora cantada tendrá que retirarse luego de sobrevolar ciénagas malolientes y paraísos artificiales.



La culpa es de su creador, al servicio de la oscuridad que lo convoca una vez más en nombre de la palabra sin dueño, volverá entre sus pasos para morir de a pocos, fiel a su estilo, acostumbrado a herir a blancos en movimiento, dormirá otro sueño equivocado, la luna no alumbra el verde pastizal, ya fue, ya se extingue de nuevo...



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Un hada, un mutante

Amaneció, ímposible conciliar el sueño

dormir profundamente parece una película retro

mi alma pueril domina mis instintos más salvajes

pensando en ti vaga mi recuerdo en la calle sin nombre

en la vereda perversa que no me deja ser lo que tú

vuelo etéreo sin pausa con prisa

me quedo con la imagen de aquel viernes santo

pronunciar la palabra prohibida podría resultar una perdición

a un tiempo me quedo tentado por serlo

así, mi último suspiro se va con el último rocklento

perdido por tu gran culpa...

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No hay camino de regreso

Insólito día este el de trasuntar por calles abarrotadas de seres van y vienen






llegamos a un punto desbordante sin tinta indeleble y con pecado consabido






"odiadse los unos a los otros" gritaba aquella criatura monsntruosa parida desde tiempos inmemoriables






quise dormir y no puedo, quiero entender porqué debo aceptar tamaña historia corroída






inquieto por pensamientos inexactos divago entre el frenesí de su mirada que no puedo quitármela






estoy falto de entrenamiento, imaginaciones placenteras en mi mente






Herp Albert se fue hastiado por el acoso del pasado asesino, ahora vaga entre sus cenizas olvidadas






el viernes fue de gloria y hoy no quiero acordarme






mis hijas aplacan mi locura contenida, ¿tendré una nueva oportunidad para volver hacia su aurea perfecta?







sopa criolla -con corazón y cariño hacia mi niña mutante, mi chica globo nunca llegó-







incursión dominguera por las calles salamanquinas, de la mano de mi gusano de seda y su desposeído











enervado estoy por las imágenes HD: mierda electoral, la mitad del país cree que es ¿y la otra?







aguarda agazapada tragándose las sentencias de hace más años que resultan el ingrediente perfecto







para este combinado polarizado: stablishement más outsiders, the big country







así, al 85% me retiro, tras la güerra sin reglas ni tregua, los extremos saborearán el precio de esta miseria







fue un impulso -lo sé- y mi corazón casto aún no termina de comprender en qué dilema abstracto







se extravió, vagando entre senderos oscuros, ya no quiere imaginar que bailará el último blues







mañana celebrarán las huestes hostiles, me jodes país







demasiado cielo para tan pequeña vida, ni plajeo, ni paporreta, ni discurso glorioso







será lunes y la ciudad amanecerá trajinada, resaqueada por lo que vendrá







caeremos y sobreviviremos -eso espero-







final apretada e infeliz relato, bye bye Perú...



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