sábado, 30 de enero de 2010

Wualli y la fábrica de ansiedades

La jornada empieza como todos los días muy temprano, los seres ingresan para vestirse de blanco, cuales bionicles chichas arranca la temible tarea, cada uno en sus áreas de combate han de ser los engranajes cuasi perfectos para dar paso a la feroz maquinaria de esta serial.

Preparar la fórmula precisa: amasar, mezclar, batir, encender, apagar, vaciar, medir, pesar cuanto requiera la cuota del turno que le toque al grupo elegido.

Es verano, la tempertura es sofocante, el calor arrecia, pequeños ríos de sudor corren por las frentes de estos guerreros olvidados por el tiempo y el espacio (adentro no existe el pasado, presente y futuro; una vez que estás allí se olvidan quiénes son y de dónde son, todos son iguales cuando están en el frente de batalla).

Para mitigar en algo la sed, es necesario rehidratarse, las baterías imploran su recarga, las cantimploras han de estar llenas, el gran cubo blanco debe estar abastecido con incontables litros de fresco líquido, si está helado mejor.

Han pasado las horas y el proceso sigue en marcha, el producto viene siendo empacado; los dragones de hierro siguen arrojando fuego incesante y no dan tregua.

Ya es casi la hora de la recarga comestible, a veces para no perder la marcha y acabar antes del plazo o cambio de turno siguen de largo, aceleran como terminators enajenados, es una lucha sin cuartel.

Ad portas del término de la perfomance laboral, los cansados cuerpos apuran el paso para almacenar y guardar la producción demandada, ya se van rápidamente hacia los chorros de agua fría, los vestuarios están colmados, la prisa es lo único que interesa para abandonar lo más pronto posible el lugar.

Cuentas saldadas, solo queda pensar que se ha de volver al día siguiente a la caldera del diablo, por el momento es lo único que queda en el horizonte para aplacar necesidades que no son satisfechas por el rigor de los tiempos y la vorágines del mercado neoliberal, el sistema es cruento, despiadado para el ejército de androides especializados.

Fin del capítulo, más no de la historia que continuará por ahora hasta que el protagonista de esta película de vida se vaya hacia otro plató, adiós, ya no quiero saber más de este espejismo.

San Luis, verano de dos mil diez

jueves, 28 de enero de 2010

Batiextraña

Sé que eres tú la chica anónima adjunta en mi pasadizo de las letras perdidas (no creo que haya alguien más, si no hay más, si no conozco a alguien más como tú).

No lo esperaba, no tenías que hacerlo pero no voy a negar que ha sido una grata sorpresa, clap for you.

Repasando nuestra amistad virtual; fue hace tanto que nos conocemos, cuando éramos virginales, castos, limpios de toda inmundicia; no sé si este reencuentro sirva para algo más que conversar y solidificar lo perdido, lo extraviado, lo anhelado.

Extraño destino este el de encontrarnos nuevamente y en qué condiciones, en qué situación, han pasado tantas cosas,tanto tiempo,tantas alegrías, tantas desventuras, tanto dolor, tanto sufrimiento.

Igual no quisiera perderte el rastro nuevamente, así nomás no se encuentra a alguien tan interesante, tan cercana, tan distante, tan emotiva, tan dura, tan desgarradora, tan radical, tan especial...

Curioso y gracioso el comentario que escucho en la cabina vecina de una señora: la vida comienza a los cuarenta -dice él-, él está en el Brasil, escribe, publica, tiene un blog; ella dice que más bien a los cuarenta y ocho está despidiéndose de tantas cosas (risas)...

Así pues se pasan las horas y esto podría sonar hasta atrevido,iluso y estúpido; estoy pensando en ti desde que me armé de valor tras averiguar tu mail y tomé la decisión de escribirte, sé que las cosas no son lo que creo, ya es muy tarde para pensar en eso y como viajero romántico nada cuesta soñar lo imposible, platónico y errado muero en mis ideales más absurdos.

No quiero verte triste ni melancólica, asume que esto es una novela, y como tal, allí quedará, el mundo real es más cruel, así es que voltiemos la página y dejemos que el viento nos lleve por donde quiera y sigamos con nuestras vidas.

Me aparto por un instante de ti para apagar lo inefable, pues corro el riesgo que me mandes muy lejos y no me quejo, hasta siempre -espero- súperofidia.


Salamanca, 28 de enero de 2010

martes, 26 de enero de 2010

La verdad inexistente

Cuesta encontrarla, se ríe de nosotros y duerme en sigilio en su sábana de tornasol.

Me paso la miserable existencia recordándote, vagando, buscándote en escondrijos taciturnos.

Inmediatez es la que quiero y no aparece, the change is over, no puedo resaltarte ni en cursiva, mucho menos en negrita porque ya lo eres.

Atrapado sin salida, le robo la risa sarcástica e insana a Jack y cumplo con decirte que anhelo verte en el boulevard de tu sonrisa.

Más atrás me espera Alicia en el país de la vergüenza, este país qué es tan contrastante, mierdoso por su patética e inmunda fauna de políticos extintos.

Regreso de la batalla anunciada, no ha habido vencedores ni vencidos, ha sido una partida justa, tablas por ahora, tengo que remediarlo más adelante.

¿La hora del brunch,lunch o qué diablos toca alimentar a mi inquietante espíritu?

No creas, yo sigo con lo mismo y ser hipersensible no es pecado en estas épocas; más bien me libero y no tengo mayor problema en declarar mis sentimientos al viento.

Y sé que a nadie le importa, pues a mí me importa un carajo, nadie escribe nada hoy, será porque no tienen nada que decir, yo continúo con mi alma herida, ahora encostrada -UCI- hasta regenerarse y cambiar de título.

A la espera de una pronta respuesta estoy, tengo que marcharme y proseguir con mi extraño destino, así ha de ser, dale que dale hasta aplacar esta eterna letanía.

Apurar el paso, hay que cerrar, transmutarse nuevamente y ser un watchmen chicha, en eso estoy y en eso ando.

Te espero -en el lugar de siempre-, en la quinta banca de la pérbola perdida, en el malecón de tus ansiedades mejor guardadas, al costado del farol resplandeciente que me dice que aún hay más que explicar, que perdonar, que decir, que manifestar.

No hay nada que reprochar(nos), empieza el juego nuevamente y ansío conversar contigo, solo eso, the time is talking...

Martes 26 de enero, verano de 2010

domingo, 24 de enero de 2010

SIN TÍTULO

A TRES ESPACIOS ESTOY DEL MEDIO SIGLO.


LA DIAGRAMACIÓN SE VUELVE ERRRADA, NO PUEDO CAMBIAR DE FUENTE, NI DE PUNTAJE, MUCHO MENOS APLICARLE COLOR A ESTA NUEVA SERIAL DE LETRAS INCONCLUSAS, ESTÁ TERMINANTEMENTE PROHIBIDO GUARDAR.

LEÍ UN POCO TU POEMARIO, POR ALGO SOMOS CONTEMPORÁNEOS DE VIDAS PASADAS, DE AVENTURAS ÉPICAS, DE EMPRESAS SUICIDAS, DE APUESTAS HERMOSAS SIN MAYOR RECOMPENSA QUE NUESTRA AMISTAD.

ELLA ESTÁ EN EL SUR, LOS DEMÁS SE HAN IDO PARA ESCAPAR DEL DESASOSIEGO, YO ME HE QUEDADO -COMO SIEMPRE- ATRINCHERADO EN MI CUARTEL INMEMORIAL, MAÑANA TAL VEZ SEA UNA CRUENTA BATALLA,VENCER O MORIR, GANAR O PERDER, REÍR O LLORAR...

LA TEMPERATURA AUMENTA LOS FINES DE SEMANA, A VECES LOS DÍAS PREVIOS, SOLO PIENSO EN AQUELLO QUE NO LLEGA, LA TORMENTA SE AVECINA AUNQUE NUNCA HAYA PASADO POR LA VENTANA DE MI CUARTO.

HA CAÍDO LA TARDE UNA VEZ MÁS Y SE CIERRA OTRO CAPÍTULO DEL HOMBRE SIN NOMBRE EN EL LUGAR PERDIDO EN SU LABERINTO ETERNO DE HISTORIAS A MEDIAS, DE INCONSTANCIAS COTIDIANAS QUE LO SIGUEN IMPULSANDO A QUEDARSE, A DEJARSE LLEVAR POR ESE CAMINO QUE TAMPOCO EXISTE, NO IMPORTA, SOLO CUENTA LO QUE HACE SINMAYORES ESPERAS NI ESCALAS NI PARADEROS FINALES.

EN LA OTRA HABITACIÓN ESTÁ EL VIEJO QUE SE HA VUELTO UN EXTRAÑO EN SU PROPIA CASA, ESTÁ DE REGRESO MIRANDO LA TELEVISIÓN COMO SI MIRASE HACIA LA NADA, HACIA UN PUNTO VAGO, VEGETA EN VIDA, LA VIDA YA LE ALCANZÓ.

YA CONCLUYO Y VOY EN BÚSQUEDA DE UN HELADO PARA ENDULZAR LO QUE ES IMPOSIBLE DE CAMBIAR, ME RETIRO EN SILENCIO, QUIERO PASAR DESAPERCIBIDO, SALGO COMO UN FANTASMA ERRANTE, DE REGRESO HACIA LA CASA, ES OTRO DÍA MÁS EN EL PARAÍSO.


LA ALMUDENA, VERANO DE 2010

Cuentas pendientes

ignoraba que existía deudas con el pasado

hacer un marcha atrás en el reloj de tu memoria resulta insensato


la verdad no existe, se acuesta a solas debajo del sofá donde escribes tus versiones más secretas


cómo saber lo que pensabas si yo estaba en otra realidad que no me imaginaba la tuya


reverdecer viejos laureles tampoco sirve de nada, solo están aquella viejas fotos que están guardadas bajo el polvo inmediato del olvido


estas son meras especulaciones, lo demás será lo de menos y callo para siempre lo que creo saber de ti


el sol se aleja y es momento para la retirada, fue una ilusión óptica, un espejismo tu alma quieta que no encaja con la mía, mejor así antes de iniciar algo que podría ser fatal para cualquier aspiración


me alejo entonces sin puntos ni mayúsculas, nada de puntos suspensivos, así en minúsculas soy un punto perdido en el horizonte, extraño es el destino, adiós, me quedo con las ganas de verte y punto final


Veinticuatro de enero de dos mil diez

viernes, 22 de enero de 2010

LA TORTUGA ECUESTRE

He tomado el nombre prestado de una publicación periódica de un poeta mayor que conocí en el Centro de Lima durante mi trabajo en las canteras gráficas de la década del ochenta; Gustavo se llamaba y combinaba el vano oficio de traducir los sentimientos más hondos que los seres inadaptados necesitamos expresar en un papel virgen más su otra ocupación de relator futbolístico radial e hincha crema incondicional.
Porqué el título, digamos que es un pequeño tributo a aquella niña que conocí en mi época escolar en la primaria hasta la adolescencia en la media (así sonaba más bonito en ese entonces).

Y tiempo después solo la vi -ya mujer- como esporádicos flashbacks; recientemente tuvimos un reencuentro en la internet que a ciencia cierta no sé que destino tendrá este nuevo guión.

Un revival, remember is come to back to live -dicen- tan solo espero volver a cartearme con ella y sentirme bien, ser amigos de nuevo como en la película Melody.

Podría pasarme toda una vida escribiéndole, por ahora haberla contactado es más que un regalo, también una buena manera de comenzar el año, la década, este verano disonante como el sol que quema su piel morena y se escapa a hurtadillas, o será tal vez la fina garúa que no son más que lágrimas recorriendo tu bello rostro como un riachuelo que quiere morir en el mar de los deseos.

Villa Jardín, verano de 2010

lunes, 18 de enero de 2010

Cuando muere una radio

Regresiones: son los sesenta, mi instinto musical despertó desde muy niño; recuerdo la vieja radio -que en ese entonces me parecía modernísima- de plástico celeste que había en nuestra entrañable casa de Chaclacayo; la que mi vieja prendía todos los días para escuchar su música: huarachas, boleros, baladas, mambos, rancheras, música a go go o nueva ola(desde hace algún tiempo mal llamada 'música del recuerdo').
También nosotros aprovechábamos para secuestrarla de cuando en cuando y escuchar la música que nos gustaba: rock'n roll, baladas, nueva ola.
1160,Miraflores, Libertad, Ovación, Unión, Stereo Lima 100, América,Omega, Nacional, El Sol,; eran las más sintonizadas.
Posterioremente en los setenta y ochenta: Panamericana, San Isidro, Super FM, Doble Nueve, Teleestéreo, San Borja, Studio 92, Sol Armonía, Radiomar, Radioprogramas, CPN,Inca radio; entre las que recuerdo.
Los tiempos cambiaron,los gobiernos, y con el regreso a la democracia en los ochenta,llegó también la crisis económica y con ella la muerte de las principales emisoras en la banda de la frecuencia modulada: Once Sesenta, Miraflores, América, Súper FM, San Isidro, Unión, Stéreo Lima 100,y recientemente Zeta (Rock and Pop).
Tras esos entierros nacieron otras nuevas, léase: Radio Felicidad, La Inolvidable, La Ñ (ocupa el lugar dejado por Stéreo Lima Cien), Oxígeno, Viva, Romántica, Planeta y las emergentes que se siguen expandiendo gracias al boom del regetón, la bachata la cumbia: La Caribeña, Onda Cero, La Calle (ocupa el sitio de Zeta), entre otras.
Estamos asistiendo nada más y nada menos a la posesión y copamiento del mercado musical de la música popular con raíces provincianas.
Desde las primeras migraciones progresivas desde los sesenta, con mayor incremento en los setenta, ochenta y noventa; Lima es una ciudad casi provinciana; el gusto musical es prueba palpable de ello y la desaparición definitiva también gradual y paulatina de importantes emisoras que en su momento eran poderosas y estaban de moda; ya no lo son más.
Los grandes capitales provincianos emergentes también lo están en la industria de la música: la chicha, la música 'vernacular', el perreo, el regetón, y actualmente la bachata y la cumbia que se ha reinventado y cambiado tanto de formato como de imagen siguiendos ejemplos como el tex mex de nuestros vecinos del norte.
Son miles, millones los oyentes, los que compran la música de sus 'héroes', acuden en masa a los conciertos populares para ver a sus cantantes y grupos favoritos.
La televisión olió esos cambios, tanto así que se crean series repetidas pero con distintos nombres y personajes siguiendo el guión de la calle y del gusto popular.
Los programas vienen con ese tipo de música y las series crean hits para vender y seguir alimentando la necesidad de la gente que se ve reflejada, identificada con los personajes de la TV.
Ante esta realidad, este gigantesco rubro musical tiene cientos de grupos, hay cantidad pero no calidad.
Volviendo a la radio, lo que queda son solo vestigios o pequeñas estaciones que son trincheras que permanecen atónitas ante esta avalancha musical pensando que tal vez sea mejor negocio vender la radio antes de perecer de inanición.
Por el bien de los que queremos seguir escuchando algo diferente y que no maltrate tanto nuestros oídos, esperemos que no; aunque esto suene a sectarismo y/o apartheid musical.

martes, 12 de enero de 2010

EL BALANCE

Ha transcurrido un año y más, tal parece que soy el protagonista de mi propia película que fue escrita en forma abrupta, intempestiva, colocarla en un género determinado, difícil, es un poco de todo, como la vida misma.

El guión aún no termina (ni sé cuándo culminará esa etapa para empezar otra nueva), la crítica podría ser despiadada así como benévola con tintes perdonavidas.

Extraño es el destino, ambivalencia de conquistas no resueltas, logros de pequeños y bellos seres; taquicardias permanentes, sentimientos arrinconados, sin salida, sin destino.

Ahora no sabría decir cómo me siento, qué es lo que siento, tal vez se trataría de vivir con la suerte echada a cuestas y la emoción incontrastable de imágenes en REW y FF, control PAUSE y rebobinar la misma historia de siempre.

A tres pasos nada más de la edad de lo remadurable, propongo tantas cosas y nada también.
Así le doy la espalda al destino de paria que me ha colocado en tan incómoda posición.

El clima resulta tan variable como la definición de tus deseos reprimidos no es más que una reinvindicación por la apuesta inexistente, por tirar los dados solo para tu lado, sin ver cómo ha de caer y el puntaje logrado a través de tu serie repetida en cadena perpetua.

Llega el final, el cierre, hasta luego y no volveré a este canal -por esta vez- hasta ver tu imagen distorsionada nuevamente incrustada en mí.

Hoy no me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir...(César Vallejo, el vate).

Salamanca, verano de 2010


lunes, 11 de enero de 2010

No me interesa

Quedar bien ante la corte de tu juicio más severo y conservador.

No me interesa el tiempo como ahora, para qué preocuparse de eso si soy el ser más feliz componiendo mensajes sin respuesta, redactando memorias que no quieren ser eternas, escribiendo estos trazos en tu nombre aunque no lo recuerdes que el ayer pudo ser el mejor verso tarareado en un segundo llamado hoy.

No me interesa el vuelo de la mosca que ahora intenta posarse a las afueras de tu vereda inquieta, furibunda de sequía que extraña esa balada que quedó clavada en la pared de tu olvido más lejano.

No me interesa disculparme a sabiendas que las cosas van a seguir igual y tus labios pintados por el vil recuerdo de tu gracia más hermosa no desea acomodarse esta vez ante mi presencia vaga y absurda.

No me interesa saber nada de esos noticieros nauseabundos, de esa televisión de señal abierta a las mentes más estrechas y desprotegidas, de esos programas producidos por recetas inmundas cuyo único deseo es saquear tu cerebro a costas de tu dependencia más patética.

Ya no me interesa correr junto al viento que sabe que todavía me quedan las suficientes energías para implorar tu nombre en el rincón perdido de tu memoria.

Y no me interesa recordarme a mí mismo que se está agotando el tiempo y la vorágine ha de aparecer en el momento menos pensado para estremecer esta tierra plagada de talveces y de pieles erizadas por buenas nuevas que son más bien malas siempre.

Ya me voy y pese al acecho del spam más terrible, busco con enfermizo deseo incomprensible el sudor de tus remordimientos que traduzcan este melodrama llamado espera.

A la cuenta de tres, este mensaje se autodestruirá y no me interesa.

San Luis, enero, verano que parece más otoño de 2010

domingo, 10 de enero de 2010

LA PARRILLADA DE COLEEN

Amaneció soleado, es domingo y ya tengo listas mis alitas para llevarlas a la reunión convocada por la tía Gilda.

Tras coordinaciones con Lucho (mi compañero cómplice de incontables misceláneas) me recoje en el auto fantástico, color dominó, con Rex, su hermano enmascarado.

Es más de mediodía, nos detenemos en un point para apurar algunas cervezas y picar algo mientras hacemos tiempo para ir 'carburando motores'; llega Cato (más parecido a Sarango, el hábil volante veneco) -su primo- para hacer 'mancha' e ir libando más combustible mientras el calor arrecia, las chicas modelan coquetas por la improvisada pasarela del restaurante y nosotros seguimos dándole a las botellas cual excusa más para continuar con lo nuestro.

La cuenta de rigor, unos pagan, otros miramos y de allí saltamos a otro 'hueco', cerca al barrio de los parques verdes y de vidas atrapadas en cielos infinitos, en infiernos perpetuos.

Dos rondas más de 'ofertas', ya estamos 'sazonados' (el tiempo pasa, son casi las tres, ¡qué bestia!), los encuentros con Charlot, el diablo Echeverri y la despedida final, ya nos vemos -el domingo hay otra matancera, ta fuerte-.

Nos arrancamos, -espero que haya gente-, nos decimos en voz alta.
Ya estamos en Monterrico (tras varias vueltas entre perdidos en el espacio y viaje a las estrellas), llegamos al barrio de la china.

Encomendado contra mi voluntad, salto del carro raudo y preciso para tocar la puerta del lugar; no sé quién me abre y estiro el pescuezo para ver adentro, la mesa llena de mujeres de nuestro pasado escolar (¡ta que no hay ni un hombre!), le hago una seña solapa a Lucho para que baje y no me deje ahogarme solo en ese mar femenino.

Ya estamos adentro, Renato se va rápidamente; entonces becho y abacho, cuento rápidamente, creo que son alrededor de diez musas en vía de extinción: la hebrea y nuestra anfitriona Coleen; Karim con un veraniego overol espectacular; lady Laura (la abuelita ye ye, -está regia- recién noto que tiene tremendos ojazos marrones); Miriam (la confundo con Helena, no de los bombones), Adita Thinkerbell, la hada buena del bosque, la chateadora más rápida del oeste; Perla (la mamá de los pollitos) la voz cantante de las amazonas sanjosefinas; Elizabeth, mi bella genio: derramando gracia y lisura al andar; la oradora principal, Maribel y miembra de la comisión Sudáfrica 2010; ¡ah! y las mellizas Pili y Mili, el dúo de oro de nuestra canción criolla, las limeñitas: Rosa y Milagros (como dos gotas de garúa recorriendo por el toldo de nuestra existencia).

Una vez cómodamente instalados -desde nuestro palco suite- saludamos a toda la colonia china y judida presente en tan magno acontecimiento; dejamos nuestras alitas olientales al tío Chaly, el parrillero estrella.

Después de degustar los trozos de reses, de chanchín, morcilla, alitas de llopo y chorizo; apuramos sendos vasos de gasesosas, vinoco (buenazo el de la región de Judá Ben Hur).
Así fueron llegando los comensales menes: el loco Ayres, -Napo para los íntimos- (sin camisa de fuerza pero con varias cargas de electroshock encima) con sus chistes preparados para enardecer multitudes en los velorios más pintados, fue el alma de la fiesta, para qué vean qué buena estuvo la reunión (saquen conclusiones).

Nando, Fer (huevo, más fácil) para sus fans más fervientes; llegó tras brindar excusa por su tardanza debido al recargado tráfico que hubo en su travesía desde San Bartolo hasta aquí (la 'Flower' no le dejaba ir).

Y después llegó -el brachico, el ché, el roto- Mané, con su contagiante carisma y mejor sonrisa; desde tierras lejanas, desde su fundo cerca a Mala.

Lo que son las cosas, yo le dije a Lucho que íbamos a ser un total de quince personas, a lo máximo veinte y así fue; pese a los 'confirmados' y a los dispensados que estaban en plena labor de nanas.

La música ambiental: lentos, clásicos, cumbias, hasta bossas y sambas; anunciaban la caída de la noche y el viaje de Coleen y su hermana Colette hacia el país de Romario; sus hijitas Coral y...(no me acuerdo su name) adornaban la animada y fresca reunión de un grupo de ilusos pero tercos ex colegiales que un día tuvieron la suerte de conocerse y empeñarse en seguir reuniéndose pese a las adversidades, a la desaparición y al ostracismo voluntario de muchos de nuestros/as compañeros/as (los extrañamos y recordamos siempre).

Así ya habíamos llegado a las nueve y tantos de la noche, las despedidas del caso, sazonados uno a uno, a una una fueron desalojando la casa que con tanto cariño nos acogió durante el día de ayer, vale Coleen.

Al final, quedamos unos pocos, mi recuerdo, mi nostalgia, mi feeling recordando a mi hermano mayor desparecido hace diez años exactamente, era enardecido por la cortina musical del país de mi cuñada (ya viene el próximo año).

Bueno, todo tiene su final, nada dura para siempre reza el estribillo del cantante de los cantantes.

Partimos hacia la casa, con Lucho y Mané al volante, 'jalamos' al tío Charly, rememorando sus años de colegial en el Claret; comentándonos, dándonos ejemplos de vida, de cómo hacen para reunirse y el valor de la amistad que trasciende a través del tiempo, pese a los difíciles días que nos viene tocando vivir.

Nuevamente en la reja de la despedida, -hasta pronto, ya nos vemos- y salto cual caminante solitario en una noche de verano, relamiendo el sabor de la despedida y las ganas de seguir bebiendo con los amigos que ya se van -por ahora-
como un blues en la soledad de la noche más aciaga, como un rocklento en el palpitar de tu mirada nada esquiva.

San Luis, Villa Jardín, verano del 2010





sábado, 9 de enero de 2010

La hora loca

Se avecina un nuevo día, es un día más en este eterno jardín de quebrantos regados por lágrimas hipócritas, de tierras abonadas por lamentos insospechados que no son más que miserables botones arrancados de tu pecho incomprensible.

Cercano está mi último día -de franco- porque he de volver nuevamente al frente, al combate insensato, al diario lidiar con dragones de fuego y almas perdidas en el tiempo, buscando su espacio, algún rincón oscuro que le propine algunas monedas que sirvan para saciar sus más caros anhelos.

Es verano nuevamente, otro año al haber, el inicio de una nueva década, ¿prodigiosa, dantesca, la última quizá?

El sol calienta, pero no mi espíritu que está siempre igual, frío como las últimas palabras que dejaste caer aquel fatal día que no quisite dar la cara para no herirme, para no creer en algo que parecía épico, romántico, que se parecía a eso que ansiamos con locura y que nos causa ahora mucha tristeza y pesar.

Bueno, a voltear la millonésima página de tu historieta, esta comedia irónica/románticona que se parece a las fibrosas palabras de algo así como: ...es como si el amor fuese heroína que no puedo volver a probar.. (Hugh Grant en un pasaje de Nothing Hill).

Grandes verdades que duelen, que son sentencias irrenunciables, inamovibles, inmutables, inmodificables, castigos de por vida, cadenas perpetuas de corazones rotos, muertos que ya se olvidaron que existe eso que los jóvenes amantes recién comienzan a a probar con novel frenesí.

Así pues transcurre el mes, y yo nuevamente listo para partir, para entablar combates absurdos pero que sencillamente se parecen al pan de cada día que tienen un cometido y final sin título, vacío, abstracto.

Las cuentas del alma nunca se acaban de pagar, -me lo canta gritándome al oído Blades-; yo empero sigo corriéndome del destino, que me pisa los talones, como fieros sabuesos que quieren cogerme para destrozarme todo y no quede mayor huella de mí en esta terrenal realidad.

Ya casi es tiempo, the Tin Machine acosa como es lo habitual, la corriente de viento que acaricia mi rostro me lo recuerda, me tengo que ir a comprar la magia que no llega pero que insisto tercamente en aquel tal vez que ignoro cuando llegará.

Se viene la reunión con los sobrevivientes, ya estamos a medio camino, a algunos no les quedó tiempo, a otros todavía insistimos en añorar lo inalcanzable, pero ¡qué diablos!, esa es la tarea, esa es nuestra misión, esa...

Goodbye, is another day, bye, bye people, arribiderchi Lima.

San Luis, verano de 2010



miércoles, 6 de enero de 2010

LA NUEVA DÉCADA

Tras los restos de pirotécnicos chamusquados, de años viejos incendiados en perfecto olvido, de panetones rancios y maldigeridos, de cenas de fin de año maceradas, avinagradas, fermentadas de tanto desborde, de botellas embriagadas, de juergas interminables, de frenesí incomprensible, de desenfreno mercantilista, de sexo atiborrado en la piel más lasciva, de ensaladas de autopistas marinadas en alcohol, sangre y sustancias surrealistas, de sordidos hostales milveces violados.

Queda la calma más buscada, el viaje necesario, el descanso prodigioso, el reposo ansiado, la pausa soñada, el escape temporal para huir de toda esta batahola.

Entre el último día del año y el renacer de uno nuevo, llegué a buen puerto, la arena de tu recuerdo y el mar de la nostalgia; las conchitas y las piedritas embelesadas de tanto sentimiento, de tanto amor negado, de tanta pasión reprimida en la resaca y la espuma de tu llanto más salado.

Embargado por el canto de aves migratorias, el nado sincronizado de muymuys dadaístas, el viento del sur soplando al ritmo de tu pelo gracil y silvestre, las dunas no son más que curvas y caderas de tu cuerpo que duerme dulcemente mar adentro.

Fueron cuatro días soñados, hermosos, vibrantes, con el sol encima y la irisipela de tu poesía más salvaje, con dos pequeñas sirenas que navegan siempre junto a mí, libres de las redes de tu olvido y los males más aciagos que se puedan divisar al caer la tarde.

La parrilla memorable, la cerveza de tu canto más alegre y los cigarrillos de tu destino escondido se entremezclaron con la eterna música de la noche.

Así nos despedimos de nuestros grandes anfitriones, hasta la próxima fuga, hasta la próxima salida, hacia el sur de la santa espera para encontrarnos nuevamente con nosotros mismos, con nuestros sentimientos más puros, con la belleza de ser libres por un instante, con la ilusión de ser felices aunque sea solo un espejismo.

San Bartolo 2010