jueves, 21 de abril de 2011

Divagaciones del debate

La noche del domingo nos trajo un acercamiento a los cinco jinetes que quedan a punto para la largada final de próximo 10 de abriL; no tuve ocasión de ver la anterior propuesta cuando eran ' los once del patíbulo'.

Ahora intentaré ser objetivo aunque la subjetividad siempre salga a flote; el candidato de la chakana no hizo más que continuar con su desacertada actuación lo que demuestra su miedo incontrolable a perderlo todo y fue el que se insinuó con ataques solapados para terminar con sus clásicas puyas más el tratamiento y propuestas de los temas que no convencieron cerrando su infeliz presentación con ataques frontales a Humala, Keiko y Kuchinsky (lanzando irónicos comentarios de su nacionalidad yanqui) manejándose al filo del reglamento; seguirá bajando en las encuestas y dudo que pase a la segunda vuelta.

Pese a su corta experiencia política y juventud notorias Keiko fue la que mostró mayor soltura y ecuanimidad para dar sus planteamientos no se descompuso ni cayó en los juegos -principalmente de Toledo-; cosa que sorprende sobremanera la dúctil personalidad y frescura de sus jóvenes años; al margen de heredar y cargar una pesada cruz del gobierno de su padre es la que se mostró más clara y transparente con su postura de plan de gobierno y pese a os cuestionamientos de la historia y sus detractores se asoma como la más firme contendiente a pasar a la segunda vuelta.

Ollanta más bien sí nos aclaró muchas cosas; no se sabe manejar frente a un escenario; si no cuenta con sus manuscritos -al parecer preparados por su mujer y asesores- está perdido, lee como si estuviera dando una lección de plan lector pero mal leído -incluso parece de paporreta-; desnudó muchos aspectos de su maquillada personalidad lo que demuestra su limitada preparación y formación profesional, evadió dos preguntas claves del cambio de la constitución y del Andahuaylazo; al margen de ello sus seeguidores seguirán confiando en él como la única carta de oposición que representa un grueso sector de una población resentida con el sistema y hambrienta de justicia social (personalmente debería bajar en las encuestas pero en el país de los ciegos...).

PPK fue el que aprovechó mejor esta oportunidad de mostrar una imagen coherente, técnica y que en cierta manera planteó cosas puntuales y demostró un manejo bastante acertado del manejo de la escena; (pese a que tuvo algunas dsitracciones) también a ser cuestionado por su nacionalidad americana y su pasado oscuro de lobbista en los gobiernos de Belaunde, Velasco y Toledo; al margen de ello creo que los miles de indecisos -los más jóvenes sobre todo ven en él una alternativa de progreso y oportunidad de desarrollo-; debería ir a la segunda vuelta con Keiko.

Castañeda mejoró en ciertos aspectos del desarrollo de los temas; estuvo mejor incluso que en la anterior presentación pero comenzó frío y bastante distraído, alzó el tono de la voz en ciertos pasajes del debate y mostró firmeza pero con muchos picos, al final la adrenalina fluyó pensando que pasaría a la segunda vuelta con Humala (lo que resulta bastante tarde para remontar las cifras y trepar en las encuestas); lo mejor que podría quedar es en tercer puesto, nunca pudo sacudirse ni demostrar limpieza en los cuestinados contratos de Comunicore, Villarán le dio el puntillazo final.

Lo que queda muy claro es el papel inefable que juegan los medios masivos de comunicación que están parametrados y trabajando para dos candidatos y fuerzas poderosas que se juegan intereses particulares: Toledo y PPk; son los que aparecen más en los diarios, la radio y la televisión, ayer por ejemplo tanto canal 4 como canal N mostraban a Toledo y después a PPK en sus imágenes dándole mayor cabida y presencia lo que denota su falta de objetividad e imparcialidad; de igual manera tanto las encuestadoras como los analistas políticos manejan cifras y tratan de dirigir como engatuzar y engañar a la población acerca de los candidatos de su interés para que se mantengan en los primeros lugares e influyan en la decisión de los electores, en especial de los indecisos o escépticos (llama podrosamente la atención la disparidad de cifras, resultados y porcentajes, en tanto los analistas dan una opinión muy subjetiva y solo les falta sacarse la vincha de la agrupación política a la que asolapadamente apoyan y obedecen a intereses subalternos tratando de meter en la cabeza de los electores al candidato encomendado).

A seis días de la cuenta final cada uno puede ver lo que quiera ver o imaginarse en quién creer; solo espero que después no se arrepientan de la decisión tomada porque este país necesita mucho más que eso, demanda tal vez el cambio que no está reflejado en ninguno de los candidatos referidos, en especial una verdadera distribución de la riqueza con justicia social (ese día tal vez nunca llegue, al menos por ahora, parece ser así)...

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