martes, 15 de febrero de 2011

Al encuentro de la noche un sábado de verano inoportuno

Salió cueteado, algo empilado por las previas espumantes (con el hijo del diablo) -no a la temperatura adecuada-

a la muerte de una combi vuelan las bestias máquinas infernales hasta que monta una,

hasta la Arequipa pa la conexión barranquina

-is too late- (le susurra Carol); llama la tortuga:- Where is it?

-estoy en camino (puta, ya me ganó, es la primera vez y espero que sea la última)

sentado en la motora de un país que se mueve entre la informalidad de sus estructuras más corroídas ya llega

siete y cuarenta (tardísimo), -¿dónde estás?

-aquí, dentro de Dominos.

el saludo fraterno, ella -como siempre- encandiladora, radiante entre la oscuridad más perdida...

a cruzar el parque para ir a Don Angelo, rococó y churriguirresco, modernidad con vista de museo neocolonial

con música de Sabina -una cirugía de ensalada cerebral- grita ELP desde el pasado

a la salida del calor de una amistad en este incierto lugar con tres tristes tigres

llega la cuenta como puñalada certera a mi bolsillo agujereado

mejor a un hueco que el Marcel me recomendó (tipo Queirolo, tipo Juanito's), no

dejan fumar, más restricciones

volvemos al Mochileros, con música retro, una mesa en las afueras de la fresca noche barranquina

la conversa justa y plena; ella lora -always-, escucho más atento y me caigo de cansancio (¡que huevón!)

para echar a perder otra nohe más, entre jarras y tequeños con aire de relleno avanzan las horas

ya estamos dando la bienvenida a la madrugada

cash -'in cocorocos'- (ella es demoledora)

la despedida incongruente, la nada con algo y poco que es mucho

a su taxi, yo a la cabalgata combiera entre una fauna de personajes de Moulin Rouge (corrijan)

lo siento por la demora, por la tardanza absurda y sin justificaciones

por buscar cojudos cigarros zigzageantes entre círculos de mi laberinto interior

por la fatiga cotidiana, por haberla empezado antes de tiempo

por no hablar del tema principal al cual fuimos llamados

por no traer conmigo nada, por no corresponder a tu postura monumental

por perder el tiempo conmigo, gracias por tu presencia

por la paciencia de obispo y por adornar la noche con tu diseño mujeril

por aceptar/me tal cual

por el obsequio valioso e inesperado

a la próxima, con mejores actuaciones que auguren una mejor que esta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario