domingo, 24 de febrero de 2013

siempre intento, siempre vuelvo

Inicio sin reseteo por lugares comunes ensayo dominical -ayuno sin ser kamubi- (eso no puede ser una venganza, algo está mal mar adentro) las dieciocho horas del rally sabatino quemando la culpa de la demanda por la vida recuento su mirada de esfinge sin tiempo (compitiendo con Medusa por su colección stone) e insisto como perfecto fisgón de cuentos nada inmorales, la escaneo en cotidiano -expedientes sin X,Y,Z- el fragor de esta locura calor con sus huellas cómic horror por un premio de la academia viaje al centro del cubículo hostal sin remedio concebido (más que un hombre sin sombra) ya no veo como antes, ya no amo como antes, ya no creo como antes ya no confío como antes será así éste un día díptico -la ex diosa del cine hindú en su Almudena dual- bifurcación de una bitácora para dos, para la que necesita de mis cuidados intensivos en el distrito pituco me espera: como la tierra al agua, como la lágrima al pañuelo (...) después de la matiné la dejaré atrás - solo por sus vacaciones de última- el cielo es una caja china al revés y nosotros las sudorosas carnes sentenciadas vagaré con una cremolada al paso veredeando en tu nombre tierno y complicado -estúpido diccionario virtual que has venido aquí sin milagro concedido- la tarde morirá como la canción del brasilero nuevaolero sin rockola solo con recuerdo vermouth para la mujer/cita desde el sur hacia el barrio jardín con su apéndice más largometraje en technicolor será con capítulo siempre abierto con la fresca belleza de sus inmensos ojos mutantes ya intento, ya volveré...

domingo, 17 de febrero de 2013

La china descansa los domingos

Pasado el mediodía de hoy una señora de la tercera edad se disponía a pagar su pasaje –como en las tantas miles de cústers que pululan nuestra ensimismada ciudad-; le dio un sol al ayudante del chofer mientras iba diciendo: - “Baja en la Javier Prado por favor”. El cobrador se dio por bien pagado pero la viejita le replicó con voz firme: - “Joven, mi vuelto,yo siempre pago todos los días cincuenta céntimos hasta la avenida”. Éste resignado –le entrega una moneda de cincuenta- y refunfuñando responde: -“Señora, no sabe que la ‘china’ descansa los domingos”…

algo se cocina...

La incursión hasta el km noventa y siete concluyó en trece horas más allá de cualquier gota de sudor en mi nombre, en el de ellas, en el tuyo; en el del prestigio inconcluso. El pago por la causa de las mismas ilusiones cocinando la impaciencia, por las bocas en u, por el apretón de manos acechando satisfacciones ajenas, palmaditas de un triunfo mientras tanto hasta la próxima que nos veamos dónde el mar se estrella contra las rocas de las verdades a medias o en la vorágine ciudad capital acostumbrados a correr por la maldita supervivencia de todos estos años de gente. La noche también se fue con los infinitos peregrinajes desde hace un buen tiempo en placeres outsider, en varaderos adictivos por una causa vital e incomprensible desde el llamamiento a las filas de la introspección escribana por otras pasiones acuñadas en cajas mal embaladas en los rincones de los recuerdos impagos, de vidas enmohecidas de olvido, de souvenirs con historia propia que espero -once upon a time- alguna de ellas les dé mejor destino. Culmina pues este cortometraje de dos días verano en el horno limeño con rayos ultravioleta que algún día nos gratinarán -en los interminables círculos de Dante- como fiel venganza de los cientos de animales cocinados con mucho cariño a altas temperaturas en los parajes más insospechados por obra y gracia de la herencia ancestral a la cual me debo y dedico estas palabras lanzadas al viento...

domingo, 10 de febrero de 2013

así (¿no?) debería ser...

el domingo se presentó improntu como inoportuno; la llamada tempranera para la reunión imposible porque no se puede obligar al corazón que sonría mientras la realidad aprieta y desconsuela; así en mi posición aislada del clan salgo a caminar bajo el sol infernal para internarme en mis viajes -todos estos años contrapunto- urbaneando en las transgresoras máquinas de ciudad gótica para encontrarme con 'el espejo de mis ojos' atravesando el barrio jardín hacia la otra orilla salamanquina de cebiches y chilcanos mercadito; las chichas, colas, cremoladas y helados para contrarrestar la peor sed; la última película familiar cabeceando la fatiga semanal con el arribo desde el sur de 'mi mayor locura' en lonchecito del adiós mientras tanto; así debería ser en los tiempos de la supervivencia...

desayuno soliloquio

segundo mes en el día diez terminó la innombrable rutinaria por fin, por mientras el llanto del infante del piso tres en mi pensamiento sarcófago -lo maldigo bajito- dio con el amanecer domingo sin ramos, con las voces patriarcales en frecuencia inmodulada, el verano es una condena de película en este desierto de palabras ausentes, de miradas que ya han dado la vuelta a la esquina será peor cada año y al siguiente -bonus cancerígenus ozonus joditus totus- no me da el sol, prefiero el recuerdo in retro en el barrio dónde jamás descansa si así fueran todos los días anclado en este 4x3, en hueveo interminable el día resultará largo de cubrir, la horas necesarias con mi gusano en tiempos survivor las promesas pendientes son baladas imposibles de escuchar sin la rockola de Toniño transcurro entre avenidas doce pulgadas cada día vorágine en intros repitivos en closers all night long tose esa ventana NN en el edificio de los rostros que no quieren saber porque tal vez sea mejor así en el distrito clasemediero con historias barrio volteadas así yo siempre vuelo entre tres tierras barrio presentes en historias variopintas desayuno de letras compuestas sin cartas preparadas, la cuenta; es momento de salir...

viernes, 8 de febrero de 2013

Something in the way, ella no...

imposible desdeñar la mirada furtiva en tus labios negados / solo el pensamiento prohibido en días asesinos es un telegrama fuera de tiempo / la causa de lo que me conmueve seguirá siendo el fantasma inhabitable de mis sueños cómplices / la agenda verano es una condena y un espejismo próximo a sucumbir fuera de cartelera / hoy parece otro día, mañana indefinido por el comienzo atrás del final / aquellos rostros que creí recuperados pasaron como hojas secas silbando al viento / y la marcha de los corazones ensimismados en la avenida hiperrealista pintan como vanas estrofas llenas de cansancio fuera de control / algo...

miércoles, 6 de febrero de 2013

ángel de la tarde

tras la clásica garúa limeña, apesumbrado por la melancolía de los días cotidianos y de la vida misma; llegó la deuda pendiente cómo ángel de la tarde sin aviso, sin alerta; como inesperado eclipse solar al morir la tarde; alegró mi día aburrido, sofocante por el sopor de la onda calórica y de los sueños contenidos; el placer de ver sus ojos sonriendo; su hermosa estampa de musa de antes y después, su mirada clara y sin contratiempos bajan la guardia de cualquier oponente rendido por tan cautivante personalidad, abrazando un poco los años idos en el barrio jardín contra el tiempo asesino, el regalo prometido vino y se fue para la promesa de abril; te esperaré querida amiga, sentado en el paradero de siempre, con el corazón abierto y la mirada puesta en el este...

ecos...

el eco de su voz ni la respuesta que esperaba se quedó en el tapete de la impaciencia apesumbrada; la noche y el laburo del ratón sin queso ni gata, mis cordones umbilicales amortiguarán todo atisbo de melancolía y pago ingrato; paseo bus dragón naranja para cúster sin muerte con boleto pie derecho para caer accidentalmente en la reunión del clan, sumas y restas con producto bruto interno que intenta abrazar los errores casi como convidado de piedra; las musas pasarán y caminaré como siempre lo he hecho, entre las notas melómanas del blues de mi mediano metraje de vida incompleta, the last time is over...

domingo, 3 de febrero de 2013

the song remain the same

Dominical día que prendió desde muy temprano con el sol cegando nuestras miradas/ antes la última cita citable con la viajera del país de los embutidos glucosantes y los sonidos guturales para mañana en el día heavy/ apurando los pasos con mis dos cordones umbilicales desde el barrio jardín hacia el restaurante de la tía Paquita con el menú que sabe a hogar lejano y alma provincial / la visita tras largos meses de ausencia postergable al amigo entrañable que sabe de mis días luminosos y azules/ trago bandera más cervezas que acompañaron al partido que paralizó al país sumido entre sus propias contradicciones/ una raya más al muro de los lamentos sadomasoquistas con cuentas pendientes desde el setenta y cuatro, setenta y ocho, noventa y ocho y ahora con el enemigo histórico -eliminación cruel tan repititiva como la telenovela diaria de nuestra propia idiosincracia del país de nunca jamás- /así fiel a nuestra historia derrotista sumamos autogoles y excusas miles de un casi siempre 'la ominosa cadena arrastró'...