viernes, 3 de diciembre de 2010

viernes en ciernes

Es el quinto día de esta semana, a ciencia cierta no sé

qué tan productiva fue, la madurez aún no alcanza

la navidad amenaza y veo pasar los adornos luminosos

viaje constante como viejas películas repetidas

frío, humedad, luego resolana, más viento

ya llegó la oscura, chifa para llevar

pienso en el inocente puerco listo para darle vueltas

comida con televisión de sabor nacional

mi pequeña larva me mira con sus enormes ojos

ella concentrada también en una realidad virtual

yo la miro desde el sofá y la quiero una vida

naranjada para acompañar este rocklento peruanazo

-mañana nos vemos Matilda-

cierro la puerta, camino de regreso por la ruta de siempre

una vecina de aquellas y su linda sonrisa pálida

saluda a la noche y a este viajero incógnito

que retribuye con una mirada escapista su fulgor femenino

atravieso el pasaje sin igual -como todos los días-

sumergido en diario peregrinaje cibernauta

exploro, congelado, escribo

no siempre resulta lo mismo

esa es parte de la gracia

de estar sentado cada silenciosa noche

cada experiencia inédita

la búsqueda implacable sin/con respuestas en el tapete

acabar no es fácil

despedirse, tarea complicada

suena la conexión directa del inquilinato

marcando los tiempos asesinos

dedicado a tu anónima figura

va este entrevero de expresiones indecisas

de prosas maltraídas

necesarias para un fin violento.

1 comentario:

  1. Genial! Me recuerda al viaje en tranvía del personaje de Pérez Galdós, que sumido en su fantasía crea a su derrededor un escenario. Ce la vie!: así la vivimos, desde nuestra perspectiva. He ahí la importancia de poner una sonrisa como plataforma, acompañado de una buena actitud,así y sólo así garantizaremos nuestra felicidad!!!!!!

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