miércoles, 1 de diciembre de 2010

la insensatez no duerme con la quimera

La contraseña me quería jugar una mala pasada

solucionado el bache virtual prosigo con mi nocturno encargo

los días están más que extraños, indescifrables como tú

y tu tierna mirada, la que escapa a cada gota estallada

de silencio cómplice, de sentimientos malinterpretados

por alguna dicha inexistente que juega una vez más

en los angostos pasajes de tu pelo suelto y salvaje

inútil es poder decir que no me acuerdo

recorriendo la profundidad de tu voluptuosa piel

me arrodillo ante ti y espero tu venia para poder abrazarte

las caminatas atemporales por los eternos valles de nuestra inconstancia

es historia pasada, la que vendrá resulta perturbadora

viejos atardeceres golpean nuestros corazones intrépidos

otra fuga nos espera, ¿será posible otro estreno bizarro clandestino?

más abajo de los acantilados dormiremos llenos de olvido

lejos de aquellas miradas impuras y enervantes

flotaremos en otro río, en otra nación, más allá de lo prohibido

lamentablemente me pellizcas y vuelvo en mí otra vez

parado frente a ti como un tótem indolente

la conversa está por concluir y los sendos vasos

llenos de remordimientos flagelantes no me atraparán

tú por tu lado, yo en reversa me desvío del camino

me devaneo y despierto en mi lecho inconsecuente

hora de lavarse la cara, mañana hay que trabajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario