sábado, 1 de enero de 2011

Unos días antes del final de la década

Los claxon de las beligerantes máquinas atropellan los pensamientos

de los seres urbanos malacostumbrados a el sopor de pesadillas ambulantes

cotidiano día con sol acechante, igual mi alergia matutina viaja conmigo

desde el despertar en el búnker hasta el tour repetido hacia mi paradero infinito

parados como espectros sentenciados

hacemos viles colas camino al crematorio burrocrático

sin desayuno ni comparsas, mastico mi impaciencia con el único deseo

de escapar de este juego de lego esquizofrénico

los lustrabotas de la Domingo Cueto

toman las calles de los registros públicos

le arrancan a la mañana sus ayunos obligados

apostados en la fila india, van de arriba hacia abajo

con su cajita de madera clásica como la de sus primeros inmigrantes

hace más de una sesentena en la ahora Lima provinciana

la cola de la hidra muchedumbre aumenta

batahólico tráfico frente al hopital del desempleado

me trae un sinnúmero de recuerdos ingratos

ya entro a la factoría registral, la cuna del papeleo abominable

me pierdo entre la masa, soy un corpúsculo disparado al viento

soy un código de barras, la despedida hecha formulario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario