viernes, 6 de agosto de 2010

KILOWATT

Los más antiguos, 'tios' de cuarenta y tantos pa' delante seguramente recordarán a ese simpático personaje llamado Kilowatito, quien era la imagen fresca representativa de la entonces estatal -Empresa Eléctrica del Perú- durante la década del setenta(hoy dividida en Luz del Sur y Luz del Norte).

Aquellos rasgos pícaros le cayeron a pelo por la similitud con su estampa del mencionado en el presente tributo(¡tremenda chapa!).

Cuando conocí a Kilowatt alrededor del ochenta y ocho fue a través de un buen pata, el músico Raúl Montañez -Montaña- (Leuzemia, Anti, La Resistencia, Ataque Frontal, Zcuela Cerrada, Voz Propia, El Cabaret y Kilowatt y sus cuchillos).

Antes que me lo presentaran formalmente ya lo había visto por vez primera en el Esquisse del Bestiario -en 1985 en la facultad de Arquitectura de la URP-, un manifiesto contracultural armado por el desaparecido grupo Los Bestias.

Estaba 'saltando encima de un tablón' y pogeando con unos patas durante la perfomance musical de Leuzemia.

Los múltiples conciertos subtes de la movida rockera limeña, las andanzas por las peligrosas calles del Centro, las noches de bohemia en los principales bares de Lima, las conversas en las escalinatas de la Villarreal en La Colmena, en la Nave de los Prófugos, en El Caballo Rojo (frente al Parque Universitario).

Las amanecidas tras los tragos endemoniados (principalmente 'cortina', uno de nuestros favoritos era el 'Cañandonga' que no era más que la mezcla de emoliente con pisco, ron o el 'maldito' Cien Fuegos).

'Kilo' -para los más cercanos-, era pata de todo el mundo, su nombre era parte de una fama anónima y clandestina: "Kilowatt y las arañas de Matute" fue una canción compuesta por Daniel F. líder de la emblemática banda Leuzemia y también amigo suyo.

Los que lo recuerdan con su look rockabilesco, casaca negra permanente, su mechón negro ondulado mojado, y botas al mejor estillo de los cincuenta con la sonrisa a flor de labios, traía consigo la joda barrial de su Rímac de toda la vida.

Él formó parte de la historia primigenia del rock con Kola Rock que eran una de las pocas bandas que cantaban en español, Frágil en esos tiempos tocaba únicamente covers de Yes y Génesis(a inicios del ochenta); previa a la explosión subterránea de mediados de los ochenta.

"¡La cagada!", era su expresión célebre, cachosa y contagiante. "Johnny adiós" era su tema clásico y lo preservó en un cassette póstumo grabado a comienzos de los noventa con sus patas músicos de toda una vida entregada a la música, la amistad y el trago.

Años más tarde nos dejaría y fallecería -de una extraña enfermedad- en Argentina (donde estaba radicando con un amigo cercano).

Édgar Barraza (Kilowatt) nos dejó con la imagen del rocker de siempre, con la alegría de sus años, con la amistad plena y sin condiciones, con su cariño por Lima -de cielos e infiernos-, con el recuerdo del rock and roll hecho hombre.

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