martes, 1 de diciembre de 2009

Un día cualquiera

Salió temprano por la tarde, como cualquier día, como cualquier otro día.
El sol ha estallado de luminosidad, casi tambalea cegado por el imponente rey, las calles son un camino infinito sin saber de tu llegada.
Tropiezo conmigo mismo –a veces- a sabiendas de que tiene que estar a la hora pensada para hacer esto que hago por ti.
En medio de mi diario transitar me encuentro con dos tiernas ninfas: la flaca y la exótica.
Son mi sangre, las únicas criaturas de este mundo a quienes les doy todo lo que soy (por ti igual lo haría si la oportunidad me darías).
La despedida obligada para continuar con mi travesía perpetua. Llego a mi guarida, home swett home; subo raudo hacia mi pequeña casa, ahora más grande sin ellas.
Lonely boy se acuesta sobre su cama para dividear, para admirar repetidas veces el mismo concierto que lo tiene embelesado cada día, cada tarde, cada noche, como un fan más se pega al monitor multicolor y se funde para ser uno solo.
Así continúa su día por la tarde el hombre de la delgada figura, abandona hasta la próxima al popstar para retornar a sus quehaceres cotidianos.
Refregando y enjuagando sus prendas íntimas sigue pensando en ella, quien ahora no le acepta la propuesta de su vida –por millonésima vez-, de su amor abierto, de su declaración clara y sincera, por el tiempo perdido, porque la vida le ha jugado mal quien hoy tiene muchos reparos para creer que hoy también es ayer, porque ahora no sabe y no quiere saber.
For the moment, nothing; no hay tiempo para amar y para sufrir, ¿para qué?
Entonces se conforma con imaginarse que la quiere, que está con ella, que la ausencia de su recuerdo le acompaña, le conforta como le hace daño el amor negado, lo sabe pero insiste vanamente en su terca misión, en mostrarse como es, sin embargo hace falta más que eso.
El tiempo cura las heridas –dicen, ¿quién dice?-, no es este el caso.
Así pues, culmina este manifiesto cursilove, esta insólita historia de sentimientos entrampados, de happy ends inconclusos.
Más tarde quizá o simplemente terminar con todo esto; mientras tanto seguirá aguardando, el tiempo no sabe de respuestas ni de amaneceres eternos.

1 comentario:

  1. Gracias por tu visita y por el comentario que dejaste en mi blog.
    Un saludo.

    ResponderEliminar