lunes, 7 de diciembre de 2009

Allí va el loco

Está creciendo, ahora es más fuerte, mucho más aguerrido, el coraje, el pundonor son sus mejores armas; no se achica ante nada y ante nadie (si así fueran todos nuestros jugadores otra sería la realidad, otra sería la historia).

Al pasar por el kiosko -de periódicos- del arco de Salamanca, estaba otra vez en los titulares de la mayoría de diarios del país, me enteré que había 'vacunado', que había clavado, que había encajado una diana más en la valla contraria: esta vez a unos veinte metros del arco; no he tenido la suerte de ver el gol hasta ahora.

Pero repaso su historial: desde que por vez pimera lo vi vistiendo la casaquilla merengue, la actitud para pelear cualquier pelota y nunca darla por perdida, era más chiquillo, más delgado, con el pelo más corto, la forma de pegarle al balón, sus goles espectaculares le sirvieron para emigrar al Colón de Santa Fe de Argentina; tiempo suficiente para demostrar que estaba para más y así fue; dio el gran salto a Europa.

Del Catania hoy en la Fiore; inicialmente generó dudas en los tifossi; el porqué de su traspaso tan caro y se fue acomodando hasta encontrar su verdadera posición (se inició en el fútbol como marcador izquierdo), es volante por izquierda y con llegada (el inefable Chemo del Solar siempre lo ubicó como marcador desperdiciando su verdadero potencial).

Así como el Perú está de moda ante los ojos del mundo, nuestro loco también lo está en Europa y ante el planeta entero.

Cómo no olvidar aquella corrida espectacular -en el Monumental- desde antes de la media cancha por la banda izquierda sacándose a Bataglia y atropellando cual furiosa locomotora sacar ese centro venenoso que se convirtió en puñalada Fano; claro, no sirvió de nada porque estamos más perdidos que cojos en carreras de ciegos.

Pero sirvió para ilusionarse, para creer que todavía existen este tipo de jugadores que pueden torcerle el cuello a la historia, a lo negado, a lo inalcanzable.

Son esos únicos e incontables momentos cuando la piel se te eriza, los poros se te abren y emergen esos puntitos en la piel; cuando la pasión te aborda y te estremeces de pies a cabeza, te sientes feliz como un niño, cuando empiezas a creer que nada es imposible.

Ahora solo aguardamos con ansias el gran salto, el pase del próximo año, la contratación millonaria, cuando se vista de corto con la del Real y pueda seguir dándonos alegrías a los que amamos este controversial deporte.

Paso al loco de la plaza, paso al loco de la calle, paso a las ganas de vivir...
¡arriba el loco, viva Juan Vargas!

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