Cuando nuestro tiempo llegue a su final
no sabré qué hacer, qué decir, cómo actuar.
No está demás pensar en esa posiblidad
porque nada dura para siempre
y las cosas buenas -a veces- no resultan lo que queremos que sea
que haya sido, lo que no pasó o lo que imaginamos que hubiera ocurrido.
Cuánto me hubiera gustado haberte conocido en otra situación
en otra época, en otro lugar.
Pero no podemos volver atrás
¿dónde estuviste todo este tiempo?
Así es que trato de que esta todavía breve historia
transcurra lo mejor posible para mí, para ti, para los dos.
No más palabras, aprovechemos estos instantes
viviéndolos con la intensidad de nuestros corazones y la experiencia de nuestros años
como si fuera la última vez
siento que debe ser así, ya es hora.
El tiempo no es una larga lista de espera.
Hola,adiós Rose.
sábado, 13 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario