viernes, 29 de octubre de 2010

Después del 'santo' de Zoe

El concierto del silencio más absoluto ha comenzado

el día terminó con sorpresas anunciadas

aquellas noticias en sala de espera

no fueron más que el repiquetear de la afirmación de la miseria

hecha hombre, hecha con sabor a revancha

regreso sin gloria, degollamientos del alma

por la tarde hacia el camino infinito

las voraces máquinas toman el asfalto de una ciudad calcutizada

llegadas y plantones, trámites impíos

más carreras al vacío, otra caverna más que visitar

de vuelta al hueco

tomar las grandes avenidas

para reposar en la calma hecha isla

saludos filiales, recreo anhelado

piqueos gratos

sabores hermanados

visitas retro

la candidez absorta, melosa, inocente

ya la hora, ya el tiempo

sonrisas menudas, tregua necesaria

partir una vez más, con mi cordón umbilical al lado

adiós, mañana tal vez no te vea

así me guardo con el soplar de las velitas

con la sazón nuestra, con el postre hecho memoria

culmina el viernes en mi mente

y sucumbo al abandono de la carne

atrapado en mil temores, me resguardo de la noche suburbana

solo los latidos estrechos me recordarán a un tiempo

vivir por existir, morir por intentar.

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