El concierto del silencio más absoluto ha comenzado
el día terminó con sorpresas anunciadas
aquellas noticias en sala de espera
no fueron más que el repiquetear de la afirmación de la miseria
hecha hombre, hecha con sabor a revancha
regreso sin gloria, degollamientos del alma
por la tarde hacia el camino infinito
las voraces máquinas toman el asfalto de una ciudad calcutizada
llegadas y plantones, trámites impíos
más carreras al vacío, otra caverna más que visitar
de vuelta al hueco
tomar las grandes avenidas
para reposar en la calma hecha isla
saludos filiales, recreo anhelado
piqueos gratos
sabores hermanados
visitas retro
la candidez absorta, melosa, inocente
ya la hora, ya el tiempo
sonrisas menudas, tregua necesaria
partir una vez más, con mi cordón umbilical al lado
adiós, mañana tal vez no te vea
así me guardo con el soplar de las velitas
con la sazón nuestra, con el postre hecho memoria
culmina el viernes en mi mente
y sucumbo al abandono de la carne
atrapado en mil temores, me resguardo de la noche suburbana
solo los latidos estrechos me recordarán a un tiempo
vivir por existir, morir por intentar.
viernes, 29 de octubre de 2010
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