Jueves 9 -era-, ahora es viernes 10 y qué importa
otra vez a escena, a pisar las tablas virtuales
amanecer, enrumbar al vil laburo, una cosa de locos
doce horas fueron esta vez
ha pasado el tiempo, la estancia laboral es dura
no sé si mi condición física resista hasta cuándo
los años pesan y mi camino sigue siendo erróneo
tantas idas y venidas, gastaré la suela de mi alma mil veces
mil veces caeré, mil veces he de levantarme
aunque herido en el infortunio, salvo, pero no entero
mis hijas, mi anhelo constante y emotivo
mi guarida, un dúplex incompleto y solitario
la rutina es una imagen repetitiva cada día
a comer algo para recargar las baterías
placer exobirtante, llenura regocijante
no quiero dormir, aún
al cable para perderse un rato
dejaré los platos sucios una vez más
una vez más bajaré al subte a escribir lo que el corazón dicte
y la razón ordene
hace frío, el sabor del silencio estalla de presencia
así, como jugando, han transcurrido las horas
el buzón de la tortuga ecuestre ha llegado
la contestación después
a despedirse que mañana el agobio espera
el antebrazo quemado, el cuerpo todo, cansado
las deudas, los pagos pendientes son demonios al acecho
quiero exorcizarlos para que me dejen tranquilo
el sistema guarda mis palabras, en eso no tengo porqué preocuparme
cuento dos días para el término de la carga laboral
un domingo agónico y necesario, siempre queda corto
ante tamaña tarea semanal
los ojos enrojecidos advierten de mi fatiga
ya salgo de este oasis temporal
mi isla entre los escombros llamada la vida mía
sin más qué hacer, concluyo un capítulo más
de este quehacer textual y silencioso
a la cama dentro de un rato
el psicoanálisis terminó
la historieta volverá a su curso
-POOR QUALITY SIGNAL- (no toque su monitor)
disculpe la molestia, estamos trabajando para atenderlo mejor.
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