miércoles, 15 de septiembre de 2010

Divagaciones sin sofá

Otro día más, otra noche más que se aleja de tu inquieta mirada

la mañana, la tarde; parecen guiones calcados de ayer

sucumbir a la mecánica, atrapado en la misma película

transmisión -en cadena, en vivo- para un mundo muerto

ya vas otra vez de ida, igual estás de regreso

siguiendo extraños circuitos a la misma hora de siempre

continuando la serial en el mismo canal

cambiarse para hacerla de espectro

¿vivir para trabajar o trabajar para vivir?

es la pregunta de los diez mil devaluados e inútiles céntimos

"la escalera del triunfo","vale la pena soñar", "el show de los sueños"

prefiero 'vale la pena recordar'

almuerzo al mediodía, la pausa esperada

la cortina musical para no caer en el tedio

tiempo fuera, a la casa, ya no más chamba

sacar la vuelta, apurar el paso hacia la guarida

a la otra casa primero, ellas antes que todo

un buen rato, alimento para mi espíritu

pasar la tarde, escanear sus frescos rostros

ya me voy, hasta mañana

llego tan rápido como puedo

un lanzamiento angustioso a la cama

la película pendiente, el descanso obligado

al término, a subir al búnker para llenar el estómago

un poco de aquí, otro de allá y un cierre con sopa caliente

el café más con tostadas

bajo para volver a verlas

ya estoy otra vez, dejo la encomienda

me quedo otro tanto, las veo y no lo creo

que ellas son lo poco que he hecho de productivo

son el termómetro de mi tiempo

y ya he dado la vuelta a la esquina

ahora, hasta dónde caminaré

regreso sin gloria -como de costumbre-

otra vez la última función

de allí un aperitiff pa'l muere

al subte por la escotilla

bitácora sin vuelo ni revuelo

todo es silencio

mejor para mí

los pensamientos florecen

las ideas se cuecen mejor

en la llanura de la calma infinita

por huevésima vez

anclado en el mar escrito

navego implacable de búsqueda

un puerto, otro puerto

algún destino, una que otra tierra por conquistar

así acaba el día y la noche estalla ante mis ojos

la respuesta al pastor de almas extraviadas

no siempre es la que queremos escuchar

tiene su camino ya trazado

el mío lo he perdido

encontrar el rumbo de lo anhelado es una tinka para el olvido

ya vamos, es hora, la mente quiere, el cuerpo clama una tregua

mañana, mañana la canción será la misma

tal vez he de volver o recogerme de entre mis escombros

el fin de semana se acerca y es un corpúsculo de luz

entre la inmensidad del oscurantismo cotidiano

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