martes, 23 de noviembre de 2010

Martes por delivery

Por la mañana viajando dentro de naves de la muerte

la gran avenida una pesadilla interminable

y en medio de todo ese caos beligerante

su llamada me llegó para colmar el desayuno vehicular

"nada es simple, todo se complica, el gran caos"...

recogido de las palabras sentenciantes de Sempé

así inicié el día con sabor agridulce para matizar, para variar

a por las compras para la chamba nocturna

no sin antes sucumbir al infinito convoy en la abancay

marchas de seres desesperados, ¿la policía?

la pista tomada por la gruesa masa laboral

jaquea el destino inmediato de la pobre Lima

-esta batahola no la arregla nadie-; el sistema y las personas

son consecuencias de un gobierno en desgobierno

la tarde se pasó en un bostezo rutilante

ya la noche en el lugar asignado

con mi jalado hermano

la brasa en proceso, los rellenos para los bocaditos mágicos

carne, fuego, invitados, cansancio, chamba, salud y sabor

desfile de nuestros encantos, la caja china dominada

depredadores matan cualquier rastro/resto de comida al frente

más carne, alcohol juega de mano en mano

la noche está fresca, los concurrentes con voraz apetito

masacre en cada plato puesto en la cancha

patas atrasadores, ladies monses quieren que les sirvan en la boquita

al final, la batalla gastronómica triunfó, es hora de retirada

¡puta madre, me/nos olvidamos dejar tarjetas!

mientras en el dúplex la reunión va cobrando brillo

nosotros arrancamos con la alegría de los comensales

ellos se quedan, se relajan, se divierten

al batimóvil (mañana recogemos nuestros pertrechos

regados en el campo de batalla)

la noche no perdona, adiós

de salida hasta la avenida de un tren aún incierto

ya me alejo, el descanso cae por su propio peso

con máquinas endemoniadas por la avenida del regreso

ahorita termino y me recojo en mi cápsula de escape

no hay más por hoy, venga mañana

a la misma hora, en el mismo lugar

con la misma cantidad de lectores Vip

ojos cómplices y miradas piadosas

hoy también sorpresas del pasado

abrazos extrañados, lecturas anónimas

al filo de la medianoche voy

en el camino insmomne debo quedar

última parada, para mañana otra vez a la obra

ya están saliendo las cosas, paciencia y creatividad

apago el motor.

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