Por una noche más caminaré de entre mis escombros
cual zombie insolente, imperturbable, indecente, decadente
asomo/asumo que no tiene nada que ver con mi vulnerable estampa
y a pocas horas de volver a las calles barranquinas
escudriñaré aún más en mis despiadados archivos
ver lo que nunca, vivir lo que siempre
arropado en intrigas fatalistas, me deslizo so gusano
polizonte del ayer estropeado por noches surrealistas
manchado por vaivenes relampagueantes
era jocker, era paladín patético
corroído por imágenes retro golpean mi alma cansada por el viento
vuelven las interminables tertulias quilqueñas
las botellas agolpadas en trincheras de bares malolientes
los orines de perros callejeros son fragancia limeña
el suave estruendo de mi estómago alicaído
no podrá frenar esta sed por mí y mis ideales laberintísticos
la marcha fúnebre en Sao Paulo toca más fuerte que ayer
la misma suerte, personajes unidos por una mujer
leerán que no estoy equivocado, me estremece
creer el porqué del vínculo mortal
la razón de sus desapariciones
nadie me lo puede explicar
habrá el momento, hallaré el lugar
para conversarlo todo
amén de mis sospechas guardadas bajo la alfombra
basta de conjeturas cardíacas
debo marcharme -como siempre ha sido-
mi estilo fino y burdo
adioses bienvenidos
recuerdos en la alfombra rojo
solo me dirán que la poética
es un perfecto muñeco del destino
jamás alcanzado, peor amado.
viernes, 26 de noviembre de 2010
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