Sin tema en qué pensar, regresé de mi cansancio viajando como lechuza nocturna, en vuelo fantasmal
arraso conmigo mismo, divago entre la realidad más absurda
y la psicodelia de mis pensamientos perdidos en un oscuro rincón
sobrevuelo un paisaje inexistente, mis trajinadas sábanas servirán de capa mediática
hace alguna serial pasada dejé colgadas mis palabras en los oídos de aquella mujer del este
la semana se resolvió entre épicas batatallas culinarias, cilindro/caja/cuchillo/trinche/carbón con pasión
más mensajes estrechos, cofradía celular, amistad de media vida
el filo de la medianoche me hace creer que no hay espíritu quieto más bien almas dolientes
(ella sabe de qué hablo), hoy me sorprendí con mi pasado, no niego la emoción de mis sentidos
imposible ocutarlo, peor maquillarlo, la teleserie cotidiana sigue rodando como viejos ebrios esquineros
doy los últimos golpes a los teclados, pianista improvisado, escribidor sin destinatario
solo sé que debo reposar, bitácora de vuelo: solo treinta minutos me separan de aquí a la verdad que no lo es
concluyo mi peregrinaje de cola, subo al cuarto callado, no es el fin, solo un capítulo de un aprendiz
que quiere irse de vez en cuando, amparado en la quietud de tu alma sincera y limpia (jamás me pareceré a ti)
otra vez.
lunes, 16 de enero de 2012
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