lunes, 24 de mayo de 2010

La verdad duerme a cuestas

Esta vez no habrá claridad en mis palabras

que podrán ser desperdigadas en el nebuloso tumulto de lo indescifrable

parafraseando al vate trujillano: -"Hoy me gusta la vida mucho menos

pero siempre me gusta vivir."

Podré tomar/me un receso, una tregua, un descanso, una pausa, un paréntesis,

un breack textual y las ganas de ensimismarme en la lejanía de mi temática

inconclusa seguirá latiendo a pesar de falsos entendimientos o bocas

que no quieren pronunciar ecos envolventes vestidos de intriga y reserva.

La ironía a borbotones puede causar estragos así como motivar una sonrisa larga

entonces en este diálogo que unas veces puede resultar diáfano u otras tan oscuro

como la frialdad de esta noche sin estrellas ni luna que contemplar

la oportunidad resulta propicia para componer un bolero cantinero, un rocklento

entrañable o un blues desgarrador que ha de morir en el último trago pensado en ti.

Así vuelvo a reincidir en lo que ya está escrito como viejos discos de acetato

que esperan que los rescaten del olvido polvoriento y lastimero.

Vago en círculos y no quiero hacerme bolas de nieve, las mismas que nunca he de ver

por ahora me dejaré llevar -como siempre ha sido mi vida- por el trémulo viento

del norte, vegetaré entre cientos de películas mil veces estrenadas, sintonizaré

a la misma hora la misma radio y subiré a mi ático para cantar

el cantar de los cantares aunque me pierda en el vacío infinito

que hoy habita mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario