Esta vez no habrá claridad en mis palabras
que podrán ser desperdigadas en el nebuloso tumulto de lo indescifrable
parafraseando al vate trujillano: -"Hoy me gusta la vida mucho menos
pero siempre me gusta vivir."
Podré tomar/me un receso, una tregua, un descanso, una pausa, un paréntesis,
un breack textual y las ganas de ensimismarme en la lejanía de mi temática
inconclusa seguirá latiendo a pesar de falsos entendimientos o bocas
que no quieren pronunciar ecos envolventes vestidos de intriga y reserva.
La ironía a borbotones puede causar estragos así como motivar una sonrisa larga
entonces en este diálogo que unas veces puede resultar diáfano u otras tan oscuro
como la frialdad de esta noche sin estrellas ni luna que contemplar
la oportunidad resulta propicia para componer un bolero cantinero, un rocklento
entrañable o un blues desgarrador que ha de morir en el último trago pensado en ti.
Así vuelvo a reincidir en lo que ya está escrito como viejos discos de acetato
que esperan que los rescaten del olvido polvoriento y lastimero.
Vago en círculos y no quiero hacerme bolas de nieve, las mismas que nunca he de ver
por ahora me dejaré llevar -como siempre ha sido mi vida- por el trémulo viento
del norte, vegetaré entre cientos de películas mil veces estrenadas, sintonizaré
a la misma hora la misma radio y subiré a mi ático para cantar
el cantar de los cantares aunque me pierda en el vacío infinito
que hoy habita mi corazón.
lunes, 24 de mayo de 2010
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