sábado, 31 de julio de 2010

REFLEXIONES

Debía tener seis a siete años,había un concurso de dibujo o como se le llame,-en mi añorado y desaparecido colegio Los Cedros de Chaclacayo- estaba en primer año de primaria -creo- y recuerdo que dibujé según la fábula clásica del Pastor Mentiroso; el lobo comiéndose a las ovejas, ni por mi inocente cabecita pasaba la idea de tentar o ganar premio alguno.

Al día siguiente, en la formación de la mañana; la Miss Herminia -O.de Antallo- (así firmaba la entonces directora) anunciaba a los ganadores del concurso: un pata de apellido Garcilaso (grandazo el huevón)-mucho mayor que yo- (estaba en quinto) que dibujaba -de la puta madre-; compartió el primer lugar conmigo.

Me quedé más que congelado (el huevón me miraba con cara de pistola)y ese fue el primer acercamiento a las artes -me salían las caricaturas tipo Walt Disney, influencia de la época obviamente-...

No paré de dibujar desde que agarré el lápiz y los colores -Mongol, alucinante experiencia al mojarlos- y en toda la primaria hasta en la secundaria -hice unas caricaturas a todo el salón del tercero 'A'- con su pie de imprenta más que mi amiga de carpeta,Charo Lock Gavidia me impulsó a realizar;los mismos que fueron obsequiados -a manera de pergamino-al término de aquel inolvidable y último año de estudiar en un salón mixto en el San José de Monterrico; allí también comencé a realizar algunos escritos de corte humorístico-.

En cuarto y quinto de media las caricaturas a los profesores y a los compañeros de clase eran como el pan de cada día; así como las pintas en las paredes del 'lonsa' y mis dibujos finales en mi camisa de quinto de secundaria (¿¡porqué diablos la botaron!?).

Después, cuando me metí a prepararme para postular a Artes en una academia de prestigio del medio; hice un collage -como hueveando- y recuerdo que un profe quería comprarme mi 'obra'; yo como buen huevón, se lo regalé ni mayor reparo.

Lo que sigue es otra historia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario