La quiero, tal vez desde mi incómoda posición me es imposible decirlo (toda una huevada a estas alturas de mi insolente y azaroza vida).
¿De qué manera?, ni yo lo sé, no tengo la mayor idea de desentrañar tamaño laberinto y podría ser el inicio del fin.
Así que es mejor no decir ni pronunciar palabra alguna más, el retiro a las huestes de invierno podría ser la salida más propicia y decorosa, total en tantas batallas que he librado;una muerte más no le hace daño a nadie.
Soy lo que soy, un payaso sumergido en las redes encantadoras de su apabullante femineidad, quizás a ella le cause gracia,¿a mí?.........
sábado, 31 de julio de 2010
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