Así, con el cursor de este nuevo viaje emprendo mi búsqueda sin búsqueda
no hay bitácora de vuelo en este paseo sin fin; apretado navego, impaciente
esquivo la nave de tu ausencia y me revuelco en mis apreciaciones inmediatas
podrán pasar millones de años luz y seguiré aquí sentado esperándote
que algún día cambies de parecer o sigas en lo mismo en tu encrucijada existencial
la verdad nunca saldrá a la luz porque me la llevaré conmigo a la tumba
y jamás me verás revelar las articulaciones de mi voz temblorosa
trémula, insegura, cabizbaja, insospechada, vulnerable y febril.
Opto por cambiar de rumbo, siempre es tarde a esta hora, nada importa
cuando se trata de volar en serio y con las alas desplegadas por ti
el sueño no existe ahora, pensé en tipear alguna historia vana a tu buzón
también iniciar la sesión expectante que últimamente me ha estresado de veras
y a un tiempo resulta emocionante imaginarme tu rostro místico y perturbador
nada me costaría evitar alguna, ninguna maniobra imprudente/temeraria
sin embargo siempre caigo en lo mismo y termino atrapo en tus redes inclasificables
la realidad y la monotonía matutina no mutan en absoluto
el vértigo es mi diario discurrir y las noches trajinadas son un concierto cancelado
ya es momento de regresar, las coordenadas de siempre en retroceso
aterrizo como Pegaso y camino arrastrándome sobre mi sombra vagabunda
mañana otro día más al obraje, para pensar en mi retorno sin gloria
el fin de semana se acerca y amenaza ser agitado, miles de taquicardias me aguardan
Rose, Everybody hurts.
Mañana que no es mañana del jueves veintinueve aprileño del primer año de la nueva década, ¡qué haría?
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