Así como esta y tantas noches -que le he venido perdiendo la cuenta- me encamino
hacia ese desfiladero o tal vez hacia aquel jardín botánico cultivado
por extraños poemas y prosas mal abonadas
por una noche más camino hacia ti, al sitial que no encuentro
y tu voz lejana suena tan hermosa como nostálgicas canciones de rancio amor
prosigo mi peregrinaje y en este viaje indescifrable camino dando vueltas
alrededor de tus cabellos negros y lacios, solo así -creo encontrarte/encontrarme-
sin mayores vestigios que tu recuerdo imperecedero salgo a diario
por esta mi barca, no hay nadie, tan solo un mar perdido en el horizonte
naufrago ebrio de necedades comprometedoras y balnearios olvidados
por el tiempo asesino y por la vida más ajustacuentas que la propia conciencia
sin embargo, te escribo y mi boomerang de palabras dichas con el corazón abierto
responden a mi llamado, it's a miracle encontrarte tras largos años de ausencia
no logro dormir con tranquilidad, caigo en este sonambulismo ansioso y dañino
que a la vez no lo es porque seguir por este corredor de la angustia
es mi ocaso y mi dicha cotidiana, espero verte pronto
sin más argumentos que blandir te deseo una mejor noche
para abrir este pasaje en el tiempo que nos permita escapar de la cordura
y continuar por la senda de tu cuerpo hecho deseo.
Villa Jardín, verano del siete de abril de dos mil diez
miércoles, 7 de abril de 2010
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