Entramos al mes agónico del verano, de este verano incierto
como sus eternos amaneceres grises y sombríos
que transcurridas las horas vuelve el sol imperial e inmisericorde
la labor continúa, así como los minutos, las horas, los días, los meses
los años que ya me han alcanzado los que niego aceptar como un rebelde sin causa
la despiadada máquina de la rutina lo consume todo y sin mayor piedad
me ha despojado de tantas cosas y algunas me ha perdonado
solo cuentan ellas todos los días y ahora tú, extraña musa
así como te siento cerca, tratar de comprender la justa medida de las cosas
resulta vano y estéril
el día bajó su telón y dio paso a una patética noche
hoy no hay fiesta, el fútbol se vistió de ingratitud
y la nueva crema ha repetido neciamente la misma película
del año pasado, más de lo mismo y esperar hasta el quince
no hace más que prolongar la agonía de lo inevitable
de fracasos elevados a la mediocridad más absoluta
sin embargo el hincha es terco y se come su frustración
avivado en emociones insatisfechas y goles efímeros
chau Ivi, una vez más te dedico esta charada convertida en nefasta realidad
mañana será otro día y no hay quién pueda remediar esto.
martes, 6 de abril de 2010
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