Entre noches vagabundea el alma inconclusa, dejándose llevar por el viento trémulo del norte
se concecta en cyberespacios interminables, abraza lápidas ajenas, huye de vez en cuando
mitiga su dolor bajo delgadas capas de cariño niña, la llama de su amor hace tanto extinta
ella aún quiere su revancha, prefiere atrincherarse en islas lejanas para no darse por visto
semana extraña esta la que se fue, mañana -nunca sabe si lo es-, el verano continúa
las playas son meros recuerdos, ha estado hace poco pero en temas laburantes
ansía una raspadilla para aplacar iras ajenas, hablan mal de él
incluso a quiénes creía conocer, así blanden su espada sin mayor aviso, con rabia contenida
por creer que lo conocen sin haber preguntado acaso eso que les jode no es de su incumbencia
a tres días del ocaso sin divisa ni el menor atisbo de esperanza mayor que su dolor quedo
sin embargo todavía parte de la hermandad -cree en él- y esta cerca a él
los demás son lo de menos
unos tragos no bastarán para comprar falsas amistades
imposible asistir al encuentro programado, ya se enterarán
los días calurosos azotan su solaz existencia, sed de miserias cotidianas, horneando anhelos
la muerte de febrero aflora, ya nada es como antes
no hay, sin embargo cobran peaje -inaudito-
la historia ha de virar a babor, screaming for vengance
van pasando los días sortea vorágines asesinas (¿hasta cuándo?)
no hay grillos esta noche, ni feroces máquinas infernales, ni borrachos abrazando su surrealidad
tampoco el pito del guachimán de la cuadra (seguro que está cabeceando)
el último suspiro antes de la ominosa cadena arrastró
like a rolling stone...
jueves, 21 de abril de 2011
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