sábado, 11 de agosto de 2012

trece grados

Corazón vorágine dime dónde encontrarte para salvar mis desencuentros enclaustrados en la viva imagen de tu recuerdo sagrado imploro un poco por la causa inconclusa ya te quiero ver y tan solo alucino tus manos en el piano de aquella vieja calle poema solo tus alaridos telepáticos juegan para ti, yo soy un observador de lujo correteando entre mis pasos cotidianos para mitigar ansias impostergables los androides de la avenida ocho son mis perfectos cómplices asesinos de la desidia por ahora doblar los pensamientos hasta el martes que no duela las musas cofreras en intrincados países microlimeños sin saber de qué salvo una chela en el camino domingo será la pausa justa ante la abominable quisiera deletrear tu alma difusa que no quiere, que se encaleta amnésica insuperable en el octavo piso caímos como insomnes lobos marinados en recuerdos tibios jamás no pudiste venir vate y así te dibujo con tus lentes cósmicos en promesas prosaicas quedo pero no puedo, intento y me aproximo, celebro de a poquitos, retrocedo ciempiés verso travieso cerca a culminar los últimos metros sin medalla olímpica de reojo no avisto ni mi propia replicante, hoy no hubo fiado, mañana menú en doceavo en el mes del patriarca despistado que sienta sus años dolientes por guarida asilo el comático Ceratti aguarda su gran regreso, música silencio -exit- no es para siempre...

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