Ya la noche y su negro manto
mutante personaje se estira cuán largo es
en el lecho del cuarto callado
tras doce horas de batallar laburiento
ahora ya no le agobia, las reglas no son las mismas de antes
esclavo de su tiempo, ya no tiene que someterse al gigante opresor
ya no más
el ritmo de la noche es el ansia transformada en frenesí supremo
le embelesa, le cautiva
el solo hecho de permanecer solo en el reino del silencio absoluto
acto casi religioso, cumple su peregrinaje escribano
comparte el placer de estas líneas con su ofidia amistad
un año más -canta Mecano- conmovido y expectante
quiere ser, quiere entrar...
lunes, 27 de diciembre de 2010
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