Saliendo de una nueva batalla -a la caja china-
con el chino de mi hermano un domingo de aquellos
solo un rato revisando mi hoja de vida virtual
a la calle en la Militar, la vereda tomada por la vecindad
y su chocolatada navideña para los infantes
todos contentos, una tregua en sus afligidos corazones
bastarán para gozar de la tarde asoleada con panetón y chocolate caliente
saludo raudo a mi morena vecina y embalo para la combi chicha
la avenida libre del mundanal laberinto automotor
ya caigo con pie derecho en el paradero de mi destino
un heladito pal camino antes pa ver una peli pirateli
entredormido por el ritmo semanal pausa para cabecear un poquito
llamada de la mayor, en unos cuarenta -dice que llega-
de su 'christmas camp' con ilusiones bajo el brazo
alerta de llegada, llego en diez
con su aura de inocencia caminamos de regreso a su casa
sus tacones -de Florcita- me disgustan, sabe de mi malhumor
al fin en su casa para el lonche dominguero
hay visita familiar, abrazo con mi última ilusión
piqueo de pachamanca antes de lonchear
mi gusano de seda y su obra navideña me encanta
pan con jamonada y su mantequilla más es justo para combinar con las tazas de café
la hora avanza tras conversas y hueveos entre nosotros
retirada necesaria, ellas quedan, yo para mi casa
planean la cena navideña próxima (este año no las pasan conmigo)
para aletear por el cibercafé literario -tenías razón sabia tortuga-
sorber la última infusión nocturna de ahí para el cuarto callado
retomando la película pospuesta aguardo el final del diecinueve
me embargo en mis dominios y soy el emperador de mi destino
siempre en la misma nave del olvido voy desapareciendo
voy quitándome, voy a sumergirme en lo rutinario
así como el alma desea al cuerpo y el ataúd al espectro.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario