lunes, 11 de junio de 2012

Con nombre de guerra

Tiene este personaje que su andrógino look(ear) corresponde a los tiempos inmundos dónde las almas humanistas se pierden como las hojas secas en un cementerio verde sucumbido al avance incontenible de la vorágine de cemento. Ya casi al medio siglo de ver y respirar el deporte que desata pasiones incomprendidas -muchas veces no correspondidas- a la altura del aliento del hincha de la esquina, del que se priva de necesidades más urgentes con tal de estar en el estadio para ser un espectador privilegiado por un día en la vida o del que compra los periódicos puntualmente; así como el que lo sufre por la caja multicolor hasta el individuo anónimo que se mezcla con todas las clases sociales y colores variopintos que conforma la número 12 bicolor. Muchos delanteros que disputaron eliminatorias y pocos los que jugaron un mundial se me han grabado en la retina desde que era pueril e inexperto: Perico León,Cachito Ramírez, Hugo Sotil (más grande que Cubillas pero más ignorante), JJ Muñante, 'Patrulla Barbadillo', Guillermo La Rosa, Julio César Uribe, Franco Navarro (uno de los últimos grandes números 9 de los últimos tiempos); Flavio Maestri; de allí paro de contar. Es así que aparece progresiva y fulgurantemente en en los últimos años el nombre de Paolo Guerrero que siguiendo ese refrán tan antiguo como popular: "Nadie es profeta en su tierra" pues nunca debutó en la primera profesional nacional sino en el país de los suculentos embutidos y las inmensas jarras de cerveza. Lo de ayer, trasanteayer y todos los anteriores partidos que ha jugado desde que lo convocaron para defender la casaquilla rojiblanca es más que encomiable; así conchudamente me a decir que este es el mejor delantero -número nueve- de todos los tiempos con la ingrata realidad de no haber podido jugar un solo mundial. Entrega, actitud, guapeza, técnica, dinámica, fuerza,habilidad, estado físico, dominio de los dos perfiles,juego por arriba y abajo,ubicación, olfato de gol; son las características que lo hacen un delantero completo listo para sacar de quicio a cualquier defensa rival ( sino que lo digan los paraguayos, colombianos y uruguayos); hace rato que merece estar jugando en un equipo grande de cualquier liga del fútbol de la alta competencia mundial. Allí va el guerrero solitario, el que mata por esta camiseta, el que sufre cuando pierde, el que deja el alma en la cancha, el que honra su apellido, el que merece ser capitán antes que el inefable mercenario que lleva el apellido de 'conquistador' y es la imagen viva del fracaso del fútbol peruano. "Siempre en la oscuridad la voz no tiene sentido. el silencio lo es todo. héroe en su propio olvido. en sus ojos apagados hay un eterno castigo, el héroe de leyenda pertenece al sueño de un destino". ("Héroe de Leyenda" / Héroes del Silencio)

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