martes, 10 de julio de 2012

nueva frecuencia inmodulada

Ya sin música que me detenga en esta nueva serial con sabor a silencio la evacuación es un mensaje de anuncios ineludibles -lo sé el cielo clama tener su color esperanza- doce días -ausente contracorriente- de vuelta flotando en la barca ciber que me place ser/lo aunque nada divise en todo el espectro holográmico porque sirenas imposibles jadean en cada coral abandonado irresoluto estuve en infeliz comunicaión -por ahora, hasta agotar el stock-; cuarenta y nueve yardas sin mayor alcance nuevo barrio en nuevo cuadrante pseudopituqueando lo que parece y no lo es parecen que viven (no se dejan ver); solo me topé con dos presencias que cayeron de arriba pocas o nada de palabras, ni las miradas francas, solo en picada, apurando el paso para volver entre sus pasos nadie con nadie, pasajeros sordomudos, el llanto de un bebé en concierto decibélico extremo otro poco de hard rock madrugueando mis sentidos los vecinos invisibles acallando en el recuerdo de su progenitora así es la estancia en la calle del fray con apellido rey felino los viejos se van mañana y yo -como siempre- a la carga habitual como si nada pasara, pero pasa hacia el este, al encuentro del clan derramado en ese país incrustado de viejo mundo con hábitos yanquifeijoados se extingue el vil que alerta el oscuro segundo día nada espero de aquel infausto requerimiento que murió de olvido creyente en plan entusiasmado de castidad ya va, ya retiro, ya duermo...

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