miércoles, 16 de junio de 2010

El submarino amarillo

La tarde del sábado estaba cayendo, fría como todos estos días de otoño, era el día de la cuenta final, el día esperado.

Así , tras el chifita ansiado enrumbé hacia el coliseo del cole; ya estaban jugando las chicas de nuestro grado; la barra estaba nutrida de nuestros niños, de sus papás , amigos y familiares, lo que sorprendía de sobremanera era el entusiasmo desbordante, nuestro color era una sola masa amarilla que avivaba
el recinto y que posteriormente jugara papel preponderante en los resultados obtenidos por nuestros colores.

En una demostración de buen juego: cohesionado con garra y técnica derrochada en tres emocionantes sets; las chicas superaron y eliminaron al también fuerte cuadro de tercer grado (serio candidato al título).

Madurez, temple, gracia y belleza más un juego en conjunto demostrado en todas sus líneas fueron la clave del triunfo.

Finalizado el juego de vóley, el turno era ahora de los muchachos; a calentar a las órdenes de nuestro DT Pepe y sacarle la lengua al frío.

Del patio exterior a pelotear y ensayar tiros al arco del golero Manuel (A); la arenga previa al cotejo -en un abrazo para la posteridad- ; la alineación inicial arrancó con Manuel Acuña, Juan Contreras, Lucho Ríos, Juan Castillo, Ricardo Rodríguez y Carlos Paz.

El saludo con el rival de turno (J-5), -el fair play- cn camisetas con los colores de Australia (más bien parecían de rugby).

Pitazo inicial: Ricardo probó el arco en varias ocasiones (cerca); tras el paso de los minutos fuimos dominando las acciones y luego de dos jugadas de toque en conjunto el ‘Rooney’ Rodríguez mojó en dos ocasiones (dos a cero arriba Honestidad); sin embargo los verdes tenían lo suyo y respondieron con un juego claro y rápido manejado por un ‘zambito sacalagua’, quien era el diferente de su equipo, la pelota
se paseó por nuestra área en varias ocasiones, algunas atajadas por Manuel, la defensa se batía y ellos nos atacaban tanto por el centro como los costados (la edad también cuenta).

Término del segundo tiempo, en el balance inicial tuvimos más oportunidades que ellos para ampliar el marcador e irnos al descanso más tranquilos y poder manejar el partido.

Tanto Pepe como Toño Castillo –nuestro delegado- daban indicaciones desde el banco (todos sufríamos), reinicio de las acciones, el rival hizo algunas modificaciones puso gente de peso para ir al choque, ganar el mediocampo y los balones divididos.

Es así que en un ataque por sorpresa el arquero se suma por detrás de la defensa y con una empalmada de derecha bate nuestra portería (2 a 1, las cosas se ponían más difíciles).

Ya en el primer tiempo –como todo partido caliente de campeonato- un defensa rudo golpea a Ricardo en el cuello, cuando se iba en dirección al arco, jugada peligrosa, ninguna amarilla; allí comenzó al árbitro a escapársele el control del partido; ambos ya habían tenido varios roces, Ricardo tenía una amarilla –ironía de nuestra camiseta- por reclamar y en un forcejeo con el mismo defensa lo empuja, el
árbitro lo sanciona con otra tarjeta y sale expulsado; parte de la responsabilidad la tiene el mismo Ricardo por su carácter temperamental, nos quedamos con uno menos.

El equipo contrario mejoró su accionar con un juego fuerte y rápido; es en un pase fortuito que Carlos ‘peina’ el balón –desde fuera del área- y engaña al portero, la pelota choca en el palo izquierdo y se mete tímidamente al arco, ¡golazo!,
‘Tazz’ lo celebra con la banca en pleno, la barra grita el gol, el coliseo estalla de emoción, es una locura; tres a uno, el gol de la tranquilidad –por ahora-.

El partido se pone tenso y hay más roces que podían desatar una bronca, la mesa hace un alto y advierte del juego brusco para evitar la suspensión del encuentro.

En el transcurso del encuentro tres cambios: sale Carlos por Iván, Lucho por Rolando y Juan por Willy (unos para evitar otra expulsión, otros por cansancio y relajamiento).

Los verdes se vienen con todo –el hombre menos se siente en la cancha- y en una jugada confusa anotan: 3 a 2; también hay un penal dudoso pero Manuel se viste de héroe y lo ataja.

Ellos atacando y nosotros defendiéndonos con todo lo que teníamos; no cabía el orden ni el juego vistoso, había que reventarla de cualquier manera y botar la bola lo más lejos posible de nuestra área.

Luego de ataques y defensas incesantes, los minutos parecían interminables, el pito bendito del de negro pone fin a la angustia y desata la alegría del equipo, de todo quinto grado, pasamos a las semifinales, el primer paso se ha cumplido.

El cheleo de rigor donde el tío Irwin con parte del equipo -solo hasta las once que se me viene el serenazgo y me jode.

De allí enrumbamos a la casa de Cathy y Rolando para seguirla, hasta la una nos quedamos siete punteros en una buena noche, chispeante y fría pero que se calentó con la buena vibra y la satisfacción de haber logrado el objetivo, será hasta el próximo partido, gracias chicas también (ellas tuvieron su encerrona bien merecida), bien por nosotros, por el grado, por nuestros hijos, salud por eso,
the Yellow Submarine in the glory, for now.

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