Otro día más, otra noche más que se aleja de tu inquieta mirada
la mañana, la tarde; parecen guiones calcados de ayer
sucumbir a la mecánica, atrapado en la misma película
transmisión -en cadena, en vivo- para un mundo muerto
ya vas otra vez de ida, igual estás de regreso
siguiendo extraños circuitos a la misma hora de siempre
continuando la serial en el mismo canal
cambiarse para hacerla de espectro
¿vivir para trabajar o trabajar para vivir?
es la pregunta de los diez mil devaluados e inútiles céntimos
"la escalera del triunfo","vale la pena soñar", "el show de los sueños"
prefiero 'vale la pena recordar'
almuerzo al mediodía, la pausa esperada
la cortina musical para no caer en el tedio
tiempo fuera, a la casa, ya no más chamba
sacar la vuelta, apurar el paso hacia la guarida
a la otra casa primero, ellas antes que todo
un buen rato, alimento para mi espíritu
pasar la tarde, escanear sus frescos rostros
ya me voy, hasta mañana
llego tan rápido como puedo
un lanzamiento angustioso a la cama
la película pendiente, el descanso obligado
al término, a subir al búnker para llenar el estómago
un poco de aquí, otro de allá y un cierre con sopa caliente
el café más con tostadas
bajo para volver a verlas
ya estoy otra vez, dejo la encomienda
me quedo otro tanto, las veo y no lo creo
que ellas son lo poco que he hecho de productivo
son el termómetro de mi tiempo
y ya he dado la vuelta a la esquina
ahora, hasta dónde caminaré
regreso sin gloria -como de costumbre-
otra vez la última función
de allí un aperitiff pa'l muere
al subte por la escotilla
bitácora sin vuelo ni revuelo
todo es silencio
mejor para mí
los pensamientos florecen
las ideas se cuecen mejor
en la llanura de la calma infinita
por huevésima vez
anclado en el mar escrito
navego implacable de búsqueda
un puerto, otro puerto
algún destino, una que otra tierra por conquistar
así acaba el día y la noche estalla ante mis ojos
la respuesta al pastor de almas extraviadas
no siempre es la que queremos escuchar
tiene su camino ya trazado
el mío lo he perdido
encontrar el rumbo de lo anhelado es una tinka para el olvido
ya vamos, es hora, la mente quiere, el cuerpo clama una tregua
mañana, mañana la canción será la misma
tal vez he de volver o recogerme de entre mis escombros
el fin de semana se acerca y es un corpúsculo de luz
entre la inmensidad del oscurantismo cotidiano
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miércoles, 15 de septiembre de 2010
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