me gustó mirarte y aunque no me mires eres parte de la fábula que habita en mi cabeza; tus palabras son poemas extraviados en la vorágine cotidianeidad, hola/chau: tú la de la mirada esquiva y el corazón atiborrado de olvido...
Hasta el día de hoy ignoro mi presencia en este mundo, sin embargo creo que entre lo simple y lo complejo está resumida gran parte de lo que es mi verdadera personalidad. Adelante entonces, que empiece la función!
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