cuento los dedos quinto jinete

Despertarse entre el interminable borde realidad y sueño fatiga rastrillan mi voluntad de domingos ya no son, de días extraviados en canciones verte horizonte pelusa de léon rasco la chispa que está dormida, abatida quizás por la sonata desidia disfrazada rutina, campana iglesia llama a sus golpeadores de pecho ya el quinto mes se perfila como la serial asesina incolmable detestable procesión intro que juega a no saber otoño, a morir/se en verano incierto nada (me) suena bonito solo el estallido supremo del gran silencio los pájaros sin Hithcock y uno que otro coche solitario en la madruga boletera qué hace inevitable cuenta regresiva ya suman sus siete bastardos sin gloria -aquije manda la unipersonal- éramos cuatro seres sin espacio, ahora un nuevo trío banda show cada uno escribe su "Life" (algún día publicarán historias escondidas) ellas no son lo que parecía creer o yo soy el que perdí la huella de sus encantos todos los días mirando por la ventana contenida a su perfil de provincia bonita una de las miradas más bellas que castigan cualquier tipo de empresa sentimental vuelvo a tierra para acabar de una buena/mala vez con este soliloquio dominguero ya en el cuarto callado, ya entre alergias domadas y pensamientos impagos...