el enigmático mundo de la navidad

Encontré la casa vestida de navidad -como a mí mamá le gusta-; quizás por allí algo en común tengamos

es decir, el mundo lúdico con alma pueril, adornos novísimos y de los antiguos que no ha querido desechar


desde mis infantes recuerdos en la siempre renombrada casa vieja de techo de tejas a dos aguas


donde aquel longevo árbol en el patio de al fondo -a veces verdoso, a veces queriéndose despedir-


nos regalaba una a dos veces al año las más ricas paltas que he podido comer en mi vida -aunque pequeñas-


de piel rugosa negra con la más fina textura mantequillosa, con sabor a campos felices, con sabor a familia


-de esas que no puedes olvidar jamás, como estos recuerdos traídos a mi subcincuentera memoria-


a  mi vieja siempre le ha gustado la navidad no solo por la parafernalia que conlleva y de que se alimenta


(todas las casas donde he/mos vivido siempre estuvieron así -en estas épocas- decoradas al estilo de ella)


para ella es el punto de quiebre del año en la vida, momentos de comparta con mi viejo, con mis hermanos


con sus nueras (aunque no todas sean de su predilección), con sus nietos, con mis tías, con sus amistades


pero esos tiempos ya se han ido, de aquellos de los regalos al pie del árbol


(traídos por la fabulesca historia de Papá Noel)


si bien la navidad va más para los niños, es la única tregua posible una vez al año


-tal vez en los tiempos mercantilistas sea cada vez  más abominable el producto navidad-


para sentarse a la mesa -como antes-


a disfrutar la cena con los deliciosos potajes preparados por las sabias manos -de la mamá Pinta-


y ver/nos las caras nuevamente y reírnos de las cosas simples de la vida (no como 'Nino')


con tal de abrazar esos instantes como si fueran los mejores


como si fueran los últimos antes de y después de...

IRSE

"Los días festivos, crueles y de mayor fragor se acercan acechando las almas, los corazones y los vulnerables bolsillos; (¿qué es lo que será?); solo sé que tengo que seguir la cuesta de mis anhelos y mis crías; perseguir mis pasos inconclusos, creer en lo que aún no madura, vestir de olvido lo que más me acongoja, y sonreír pese a que el cielo porfíe con sus lágrimas limeñas el cielo grisáceo que no sabe si mañana será la última balada otoñal o el blues del levante primaveral en la ciudad dónde no se sabe"...

Hijita

El domingo fue y te busqué como siempre quiero hacerlo(algo temprano mientras la ciudad sigue durmiendo)

dos travesías por ti en las grandes avenidas de los días cotidianos que quieren ser canción o poema alado

tu sonrisa de dulce angelito abre la puerta de la almudena en el barrio jardín (estremece todo mi mundo)

al desayuno dónde la señora Paquita con sabor a hogar humilde y provinciano 

es siempre un regreso impostergable: tu jugo lúdico, mi café pasadito son el perfecto dueto mañana cúspide

dos chainfanitas humeantes regocijan nuestros corazones amén de sus clásicas yuquitas rellenas 

son parte de esta introducción gustosa, del encuentro de dos seres atribulados por la pasión de nuestros días

después el paseíto por el parque salamanquino, la visita al mercadito es mi cinema verité

el emoliente de estribor antes de el próximo viaje por la gran carretera, por tu capricho al que hoy accedo

menos de diez minutos es un expreso irrefenable, cúster urbana, máquina infernal de un país irremediable

ya estamos -sin querer queriendo- hacemos tour en el parque olvidado, ahora oasis en el distrito del laburo

la laguna para pedalear en el bote que nunca pudimos, es alegría inmediata mientras los patos se zambullen

las grandes carpas multicolores son pintura viva de una naturaleza cautiverio con recuerdos chaclacaínos

rápido hacia la pequeña locomotora a vapor, hacia el tren pequeño poema por dos vueltas corazón

hacia la estación que buscamos,después volveremos; ya a tú feria preadolescente, tú souvenir encaprichado

un helado para descansar de la minigira, vuelta express -otra vez- para dejarte a la casa de tu madre

me voy por unas horas, tus ojos tiernos no quieren dejarme ir (me asesinas de nostalgia)

la cebichería cantina para ver el partido -que no valió la pena-, las chelas domingueras, los frutos del mar

con los hermanos de mis historias compartidas en el barrio de al frente, en el colegio álbum

vuelvo, vuelo otra vez hacia ti por la última salida por nosotros, el chifa cierre en la noche empieza

chau Luana, te veré pronto por que adiós no es para siempre, hijita...

quince segundos igual no bastan...

me gustó mirarte y aunque no me mires eres parte de la fábula que habita en mi cabeza; tus palabras son poemas extraviados en la vorágine cotidianeidad, hola/chau: tú la de la mirada esquiva y el corazón atiborrado de olvido...

noviembre en dieciséis

Así habito 'fly by night' en peregrinaje adictivo / recorriendo las callejuelas virtuales dónde tú no estás /dónde oculta estás / monto y cabalgo / caigo, luego insisto / te fuiste porque quisiste / nada pude hacer para remediarlo / no es una película repetida ni 'the song remain the same' / amén de tus devaneos como inmedibles contradicciones que me empujan a decirte que jamás te conocí / tampoco, tan poco a mí / avivan estas palabras los estigmas condenatorios más de una vez hoja de vida (nunca igual a la tuya) / las horas caen como los últimos pétalos de aquel viejo árbol llevando a cuestas la historia familiar en su sabia sabia /resistiendo en la vieja casa antes de ser demolida / me voy porque nada dura para siempre / porque es tiempo de partir para morir un poco y resucitar para volver a construir...

bitácora de todas las mañanas (de atrás pa lante)

Ya los helechos a la entrada de la casa primera seguirán amarillos y cansados sus larguísimas hojas de brazos caídos en huelga desde que llegamos no apuran la vida, se va con ellos el reloj bamba -sobre el sordomudo velador- avisa si es temprano o ya no hay remedio la música mp3 ayuda a aligerar la carga, o tal vez el último aviso facebookiano será el talante pa lante temporal para creer que hoy, adictivo deporte, day by day tender o no tender -es la disyuntiva mañanera- enjuage corpóreo de mi venida al mundo con término medio regadera emana la pared mirror man (no hay ningún tipo ahí, ni nadie que mire conejudamente desde Alicia) -casi error a la mierda todo esto en sobresalto- (reclame taquicárdico) la afeitada pluscuaimperfecta (sometimes cortes como poemas sangrientos en mi rostro) la niebla caliente como vampire urbano desde el distrito clasemediero treinta es lo estimado para salir disfrazado de irrefenable cotidianeidad mi templo de botellas intomables, de aquellas tazas que nunca olvidaré en la platea las aguas aromáticas aguardan ser prolijamente empleadas para la gracia de las fragancias narcisas y la etiqueta del caminante insensato los últimos hits fluyen al término del rito ritmo de/ nombre de peinado de hace treinta años, las municiones para el almuerzo (mi vieja sabe mucho) la mochila combativa que no quiere acicalarse -así nomás si todos los días es guerra- puerta tras puerta, adiós mis progenitores, la bajada en five seconds salida a la superficie, huachimán de la cuadra remojada su cara para el relevo boleto cinco cuadras chicas esquivando tombos contra el tráfico (las veredas no son suyas) la gran avenida avionera debajo del paso del ciempiés eléctrico obra de más tardar ya pues, el ómnibus tricolor, la cúster chaqueteada, a por la china o la luca hacia mis quince tiempos con caminata similar antes de las ocho todo será igual...

Alicia y sus corazones en dos

"Así como mirando, mirándote en aquel primer encuentro abrazando la bohemia miraflorina/ la noche y sus viejos faroles enredados de incomprensible ternura por el barrio del galeno furtivo/ viajera musa -de norte a sur- entredividiendo su vida nómada y sedentaria convocando a las almas cofreras/ amén del guardián de los vinilos, su vida musical nos espera siempre -seámoslo siempre- con guarida en la Calle Uno más eterna compañera melómana/ la avenida de tu nombre incontrastable ilumina tu rostro partido en dos patrias al final de la orilla obcecada con tu advenimiento en enero la espera no será más cruel"...

ayuno para Freud

Y así trasunto por este extraño camino -one more time- en cualquier lugar sin nombre alguno te he buscado más de un quinquenio, no sé dónde habitas ni quién eres he hecho de todo -o aún no lo he hecho todo- oficios impensables, laburos inimaginables, y así continúo la puta sobrevivencia, la maldita cotidianeidad me duele la columna y mis años también (aquí te parafraseo querido hermano) cuarenta y cinco días es el estimado para llegar a la tierra media capítulos sin temporada, vago y existo, creo y me propongo, abdico y retrocedo acepto y(me)miento,(me)niego,castigo mi cuerpo en las noches peregrinas cada vez que brota ya perdí la lectura a las musas ("ellas han pasao por mí", así es Joan Manuel) la puerta golpeó anoche traída desde un viaje; ¿los últimos viajes antes de partir? (abrí pero no los ví, fiel a mi estilo) continúan los pasos mañaneros,desperté de una insensata película de mis miedos cómplices con un reciente personaje rastreado de una amistad extraviada el menú oasis en las noches unipersonales, las veredas desiertas son canciones 12" los domingos libres -seámoslo siempre- son amortiguadores a las semanas atosigantes la alergia pasajera ya no atormenta mis 49 (se fue a pasear con mis días jóvenes) mi viejo tose como típica cortina musical de la casa sin fecha de expiración -por ahora- presto para disfrazarme de domingo reincidente para trajearme hacia mis rincones salamanquinos para volver otra vez como terco vinilo de cuarenta y cinco revoluciones por minuto cada vez que los dedos bohemios echen una luca en la rockola ochentera de Toniño la balada desempolvada, el rocklento suspendido en el tiempo y en mi memoria hacia mi barrio jardín, hacia mi gusano de vida (tal vez mi única razón existencial).

no more tears...

Tres versiones fallidas, tres vanos intentos que acusan falsos recibos al corazón esta última ha sido cruel e inmerecida una vez más cojea mi pueril alma como condena capital, como maldición perpetua por eso temo, por eso deseo pero ya no quiero ya no más publicaciones en la otra orilla, una cura de silencio bastará por ahora no estoy para sufrir más...

Demasiado viernes, demasiado...

Viernes demasiado, estoques de lleno al corazón rendido ante la noche grandilocuente apagones preludio para la carga de baterías líquidas que animen las almas furtivas donde cruzan las avenidas de los surcos distritales honrado invitado lujo presencial una velada musical (en excusa despedida Rosellita y su gringo Larry) trajo a esos seres ligados al maestro con cariño su piano de vida piqueando y nominando el formidable ají de gallina señora Consuelo -bravo- me trajo recuerdos entrañables con manos mágicas de sazones de antaño calibre similar a la recordada Rosita Ríos y sus platillos criollos ensimismados allá cerca de los amancaes, allá por la carretera central allá mis tías sabias cocineras nuestro querido 'Huevo' regó la cita con sus pociones mágicas avivando dichosos seres a golpe de cajón en sus manos promoción, las guitarras y las voces rompen el silencio de la Mariscal Cáceres después del feriado santo, después del criohalloween aquel tema en solo del anfitrión un disparo certero al órgano pasión las lágrimas al borde del acantilado por la culpa del tono trémulo Cárdenas por la gran culpa de Caetano Veloso secuestrado por los músicos embalados me llegó la retirada triste la pandilla y su clan en historieta póstuma vampiro estoy, boleteado de laburo ando, adiós inmediato sorteando la molestia picada, sus manotazos de cariño por dejarme ir taxi oxidado para dejar atrás el taller concierto, demasiado viernes demasiados corazones al servicio de la melomanía, yo también hermanito Poquito, yo también...